CATÁSTROFE MININA -- Red Hot Chili Peppers: Snow (Hey oh)

¿Escuchan ustedes las trompetas del Apocalipsis? Dentro de pocos minutos se producirá la primera de las explosiones nucleares en cadena que borrarán a la especie humana de la Tierra. Yo soy el responsable del Mando de Control Último (no tengo tiempo para explicarles cómo se inserta esta unidad en la estructura organizativa del Pentágono), pero no soy el culpable del inminente fin del mundo. La culpa es del gato.

Todo comenzó hace tres meses. La paranoia imbeciloide del ingeniero jefe Pérez-A. empeoraba día tras día. El consejero psicólogo Smith García tuvo una gran ocurrencia: “Un animal de compañía nos hará felices a todos”. Tras una tormenta de ideas, que ganó el jefe de seguridad (el entrañable Harry El Bruto) gracias a sus músculos hipertrofiados, se decidió traer un gato.

Les ahorraré los detalles. A los pocos días el gato era el dueño del lugar. Nadie le negaba un capricho. Hoy, los 14 vigilantes del turno de noche dormitaban, confiados en la rutina del nunca pasa nada y mal aconsejados por ese endemoniado licor herbero, que puso de moda aquel becario alcoyano, sobrino del superintendente. El gato subió al pupitre de control a jugar con los botones, las luces y las palanquitas. Con todo, hubiéramos podido salvarnos (y salvar al planeta), al sonar la sirena, si ese minino salido de lo más profundo del Averno no hubiera destruido por completo, orinándolo con su vitriólica meada, el dispositivo de retorno que tanto dinero costó.

2018

https://youtu.be/yuFI5KSPAt4 Red Hot Chili Peppers: Snow (Hey oh)