G. Torrente Ballester, Quizá nos lleve el viento al infinito -- Waldeck: Memories
<<No quiero dejar en silencio el hecho inverosímil y propiamente inextricable de haber formado parte de un tribunal militar que me condenó a muerte, aunque después no hayan logrado ejecutarme por incomparecencia>>.
<<La verdad es inverosímil, y la misión de los historiadores consiste ni más ni menos que en presentar como ordenado y verídico lo que es amorfo e increíble>>.
Gonzalo Torrente Ballester, Quizá nos lleve el viento al infinito, Barcelona, Plaza y Janés, 1984
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