DOS VERSIONES ARDIENTES -- Javier Krahe: La hoguera
- El volcán me urgía, me llamaba, me atraía como la piedra imán al alfiler. El calor, las emanaciones venenosas, la ardiente lava, eran mi nido. Mientras me calcinaba puse el huevo. Renací, rojo y dorado, brillante. Es lo que tiene ser ave fénix.
- ¡Marchando el pavo al horno!
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