HARUKI MURAKAMI, Tokio Blues -- Romano, Sclavis, Texier: Viso di donna
<<Soy de ese tipo de personas que no acaba de comprender las cosas hasta que las pone por escrito>>.
<<Sólo los cuervos, posados sobre el tejado, oteaban los alrededores>>.
<<Sólo los cuervos, posados sobre el tejado, oteaban los alrededores>>.
<<Cuando me siento sola, hay algunas personas que me hablan desde las tinieblas. Igual que los árboles mecidos por el viento susurran en la noche, ellos se dirigen a mí>>.
<<Conforme iba avanzando el invierno, los ojos de Naoko parecían ir ganando en transparencia. Una transparencia ausente>>.
HARUKI MURAKAMI, Tokio Blues, Barcelona, Tusquets, 2017, 181 páginas.
https://youtu.be/3p7bw_pnG24 Romano, Sclavis, Texier: Viso di donna
Resumen de la novela (de momento incompleto, dos capítulos de los once que tiene):
Los capítulos son cortos. En ellos hay varias partes muy breves, separadas por un espacio en blanco.
1. El narrador recuerda un viaje a Hamburgo, entonces tenía 37 años y al aterrizar recordó el otoño de 1969, cuando tenía casi 20 años. Hay alguna ambigüedad temporal. Comienza recordando un viaje a Hamburgo (hacia 1987, por lo tanto narra un recuerdo en un momento posterior al momento en que recordaba). En aquel momento, al aterrizar en Hamburgo hacia 1987, al escuchar una versión de Norwegian Wood, recordó un paseo por un prado en compañía de una chica, sucedido en 1969. A continuación parece narrar desde el momento en que tenia 37 años y cuenta acerca del prado por el que caminaba con Naoko, cuyo rostro ya le cuesta recordar. Naoko le hablaba de un pozo profundo y oscuro, peligroso. Luego le dijo que no es posible que estén siempre juntos. Cruzaron un pinar y Naoko agradeció a Watanabe (aquí conocemos el nombre del narrador) que fuese a visitarla y le pidió que siempre se acordara de ella. En las reflexiones que concluyen el capítulo, Watanabe comprende que conforme ha ido palideciendo el recuerdo de Naoko más capaz ha sido de comprenderla.
2. En este segundo capítulo Watanabe recuerda la época en que vivía en una residencia de estudiantes, en Tokio. Han transcurrido 20 años. Allí estuvo 2 años, desde la primavera del 68 a la del 70 (por tanto habla desde una época situada entre 1988 y 1990 (es posible que narre desde ese mismo momento posterior a 1987 en que comienza el relato en el capítulo 1). Watanabe cuenta cómo era la residencia y el ambiente que allí se vivía. Aparece un compañero de habitación al que Watanabe termina por apreciar, pese a sus rarezas, su apodo es Tropa-de-Asalto.
En una segunda parte de este mismo capítulo Watanabe hace reír a Naoko al contarle una anécdota sobre Tropa-de-Asalto y "hacía mucho tiempo que no la veía sonreír". Acto seguido sabemos que esto sucede un día en que caminaron juntos durante mucho tiempo. Watanabe llevaba un mes en la residencia (por tanto, primavera de 1968). Luego nos informa que hacía casi un año que Watanabe no veía a Naoko, se habían encontrado por casualidad en el tren y Naoko tomó la iniciativa de que se apearan y comenzó a andar, seguida por él. Ese día es la primera vez que tienen la posibilidad de hablar. Naoko le propone que se vean otra vez.
En la tercera parte del capítulo el narrador cuenta cómo conoció a Naoko en su segundo año de bachillerato; ella era la novia de su gran y único amigo Kizuki. Pronto se acostumbraron a salir los tres juntos: Kizuki era el centro de atención, Naoko su ayudante y Watanabe el invitado. Si faltaba Kizuki, Naoko y Watanabe no tenían nada de qué hablar entre ellos. Esta parte concluye cuando el narrador nos informa, bruscamente, de que Kizuki había muerto y, tras el funeral, Naoko y Watanabe se reunieron una vez y, faltos de conversación y acaso estando Naoko enfadada con él, ya no se vieron hasta pasados unos años, cuando se encontraron en el tren.
En la cuarta parte se explica el posible motivo del enfado de Naoko: Watanabe fue la última persona que habló con Kizuki, el día que este se suicidó sin dejar explicación alguna. Muy rápidamente se cuenta el final del período en el instituto (diez meses desde la muerte de Kizuki) y la posterior marcha de Watanabe de su ciudad, al marchar a estudiar a Tokio.
En la última y breve parte del capítulo, Watanabe expone su filosofía de la vida al comenzar su nueva vida en Tokio, en la residencia. Quería olvidar por completo su tiempo -feliz- con Kizuki y Naoko. Comenzó a concebir la muerte como algo que forma parte de la vida. Kizuki tenía 17 años al morir, la misma parece que Watanabe, que al año siguiente, en Tokio, cuando tenía 18 vivió "unos días extraños. Estaba en la plenitud de la vida y todo giraba en torno a la muerte".
3. Watanabe y Naoko comenzaron a quedar casi todos los fines de semana. Ella estudia en una universidad femenina pequeña. Se ha alejado de todas las personas que la conocían. Caminaban. A veces hablaban. Watanabe se fue acostumbrando a quedar con Naoko. También leía mucho. Hablando de libros aparece un nuevo personaje, Nagasawa, estudiante de Derecho un par de cursos por encima de Watanabe, inteligentísimo, gran lector, fuerte personalidad y persona muy extraña. Nagasawa mantiene relaciones ocasionales con muchas mujeres y en estas aventuras a veces se hace acompañar por Watanabe. Pero Nagasawa tenía una novia, la encantadora Hatsumi, que comienza a tener un papel en la novela.
Watanabe comenzó a trabajar en una tienda de discos, a media jornada. Llega un mes de abril en que Naoko, siete meses mayor que él, cumplió 20 años. Llega la escena, algo dramática, de su cumpleaños, que celebraron juntos. Naoko habló durante horas y cuando llegó el momento de que Watanabe se marchase ella comenzó a llorar. Pasan juntos la noche y Watanabe descubre, desconcertado, que ella era virgen, nunca se había acostado con Kizuki.
A continuación desaparece Naoko. Se marcha sin decir nada. Watanabe, hundido, le escribe a casa de sus padres pero no llega respuesta. Sale con Nagasawa, se acuesta con algunas chicas, pero "cuando estaba con ellas pensaba todo el tiempo en Naoko".
Finalmente llega una breve carta de Naoko. Ha dejado la universidad y está en un sanatorio. Todavía no está preparada para ver a Watanabe, que queda preso de "una tristeza insondable". Tropa-de-Asalto regala una luciérnaga a Watanabe, este la libera y nos dice que "el rastro de su luz permaneció mucho tiempo en mi interior".
3. Watanabe y Naoko comenzaron a quedar casi todos los fines de semana. Ella estudia en una universidad femenina pequeña. Se ha alejado de todas las personas que la conocían. Caminaban. A veces hablaban. Watanabe se fue acostumbrando a quedar con Naoko. También leía mucho. Hablando de libros aparece un nuevo personaje, Nagasawa, estudiante de Derecho un par de cursos por encima de Watanabe, inteligentísimo, gran lector, fuerte personalidad y persona muy extraña. Nagasawa mantiene relaciones ocasionales con muchas mujeres y en estas aventuras a veces se hace acompañar por Watanabe. Pero Nagasawa tenía una novia, la encantadora Hatsumi, que comienza a tener un papel en la novela.
Watanabe comenzó a trabajar en una tienda de discos, a media jornada. Llega un mes de abril en que Naoko, siete meses mayor que él, cumplió 20 años. Llega la escena, algo dramática, de su cumpleaños, que celebraron juntos. Naoko habló durante horas y cuando llegó el momento de que Watanabe se marchase ella comenzó a llorar. Pasan juntos la noche y Watanabe descubre, desconcertado, que ella era virgen, nunca se había acostado con Kizuki.
A continuación desaparece Naoko. Se marcha sin decir nada. Watanabe, hundido, le escribe a casa de sus padres pero no llega respuesta. Sale con Nagasawa, se acuesta con algunas chicas, pero "cuando estaba con ellas pensaba todo el tiempo en Naoko".
Finalmente llega una breve carta de Naoko. Ha dejado la universidad y está en un sanatorio. Todavía no está preparada para ver a Watanabe, que queda preso de "una tristeza insondable". Tropa-de-Asalto regala una luciérnaga a Watanabe, este la libera y nos dice que "el rastro de su luz permaneció mucho tiempo en mi interior".
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