NOS COMPLACE LA EXTRAVAGANCIA -- Rosendo: Agradecido
Nos complace la extravagancia y hemos acordado vivir en ella. Como primera providencia, al juntarnos nos reconocimos parentesco. Tiene mérito, porque antes no nos conocíamos. Hemos inventado nuestros recuerdos de familia con mucho tino y por las noches los contamos con gran regocijo y provecho. Es lo que tiene, la sabiduría ancestral. También cambiamos las edades. Así, el bebé tiene ochenta años. Para gobernarnos con buen orden le hemos atribuido toda la autoridad. Como no habla, hemos aprendido a interpretar sus respuestas según el color, forma, densidad y olor de sus deposiciones. Nuestras consultas las resuelve cagando. Inevitablemente, es infalible.
(Ciento sobre "Extravagancia", 2017)
M. C. Escher
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