Sadeq Hedayat: El búho ciego / Paula Fernandes: Seio de Minas
<<El sol, como una navaja dorada, sesgaba las sombras de las paredes>>.
<<La noche se alejaba de puntillas, como si ya hubiese reposado lo suficiente de su fatiga. A lo lejos se oían ruidos atenuados; quizás un ave migratoria estuviese soñando; quizás fuese el murmullo de las plantas al crecer>>.
<<La noche se alejaba de puntillas, como si ya hubiese reposado lo suficiente de su fatiga. A lo lejos se oían ruidos atenuados; quizás un ave migratoria estuviese soñando; quizás fuese el murmullo de las plantas al crecer>>.
<<Fría e indiferente, la vida termina mostrándole a cada cual su máscara. Porque todos llevamos una, o varias>>.
Sadeq HEDAYAT, El búho ciego, Madrid, Hiperión, 2000
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