Pedro A. de Alarcón: El sombrero de tres picos / Sabina: Todos menos tú

   <<Comenzaba este largo siglo, que ya va de vencida. No se sabe fijamente el año, sólo consta que era después del 4 y antes del 8. Reinaba, pues, todavía en España Don Carlos IV de Borbón, por la gracia de Dios, según las monedas, y por olvido o gracia de Bonaparte, según los boletines franceses.     [...] 
   No paraba aquí la singularidad de nuestra patria en aquellos tiempos. El Soldado de la Revolución, el hijo de un oscuro abogado corso... acababa de ceñirse la corona de Carlo Magno y de transfigurar completamente la Europa, creando y suprimiendo naciones, borrando fronteras, inventando dinastías y haciendo mudar de forma, de nombre, de sitio, de costumbres y hasta de traje a los pueblos por donde pasaba en su corcel de guerra [...]  Sin embargo, nuestros padres (Dios los tenga en su santa Gloria), lejos de odiarlo o de temerle, complacíanse aún en ponderar sus descomunales hazañas, como si se tratase del héroe de un Libro de Caballerías, o de cosas que sucedían en otro planeta, sin que ni por asomos recelasen que pensara nunca en venir por acá a intentar las atrocidades que había hecho en Francia, Italia, Alemania y otros países. [...] 
   Por lo demás, nuestros mayores seguían viviendo a la antigua española, sumamente despacio, apegados a sus rancias costumbres, en paz y en gracia de Dios, con su Inquisición y sus frailes, con su pintoresca desigualdad ante la ley, con sus privilegios, fueros y exenciones personales, con su carencia de toda libertad municipal o política, gobernados simultáneamente por insignes obispos y poderosos corregidores (cuyas respectivas potestades no era muy fácil deslindar pues unos y otros se metían en lo temporal y en lo eterno), y pagando diezmos, primicias, alcabalas, subsidios, mandas y limosnas forzosas, rentas, rentillas, capitaciones, tercias reales, gabelas, frutos-civiles, y hasta cincuenta tributos más, cuya nomenclatura no viene a cuento ahora>>. 

Pedro Antonio de Alarcón, El sombrero de tres picos, Madrid, Taurus, 1981. Edición e introducción de Laureano Bonet. 

https://youtu.be/2ssTiIRtCmY Joaquín Sabina: Todos menos tú

Tres de los figurines de Picasso para El sombrero de tres picos: 





Este relato de Pedro Antonio de Alarcón, publicado en 1874, me ha parecido estupendo. Una redacción eficacísima: clara, ágil, precisa, resuelta.  Una historia basada en relatos populares, coplas, hojas de ciego que Pedro Antonio suavizó, quizás para acomodarla a la moral de sus lectores, pero dotó de una energía, complejidad y dinamismo que dio con todo ello en una obra calificada como "redonda" por Emilia Pardo Bazán.  Instructiva la introducción de Laureano Bonet, que ocupa un tercio de las 216 páginas del libro. 


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