Vila-Matas, Mac y su contratiempo / Ramones: Baby, I love you
"Bastaba con saber leer, dije en aquella ocasión, y hasta les hablé de los oráculos y sibilas de la Antigüedad y de que los delirios de éstos eran interpretados por los sacerdotes que por allí pululaban. Y es que el verdadero arte de aquellas sibilas estaba en la intepretación. El caso es que les hablé incluso de Lidia, aquella nativa de Cadaqués de la que Dalí comentó que poseía el cerebro paranoico más magnífico que había conocido nunca. Lidia había conocido fugazmente en 1904 a Eugenio D'Ors y quedó tan impresionada por él que, diez años después, en el casino del pueblo, interpretaba los artículos que D'Ors publicaba en un diario de Gerona. Lidia los consideraba una respuesta a las cartas que ella le enviaba y que él jamás le contestaba".
"Para el sobrino, los escritores que triunfaban -no sabía detectarles ninguna otra clase de mérito- debían su éxito simplemente a haberse acoplado mejor que otros al mercado, a la industria del libro. Era igual que tuvieran talento, o estuvieran podridos de genialidad: todos los que triunfaban, ya por el solo hecho de haber conseguido lectores, no eran nada. Los que eran buenos de verdad, buenos a rabiar, eran unos cuantos autores marginales y marginados, unos desconocidos que estaban fuera, por completo del sistema. Para estar entre esos héroes había que ser alabado por un crítico de Benimagrell, cuyo nombre y apellidos aún hoy no me suenan de nada".
"Es que, mira, es muy raro querer escribir la novela del vecino".
"Ficción y realidad, dos viejos conyuges".
"Ficción y realidad, dos viejos conyuges".
Enrique Vila-Matas, Mac y su contratiempo, Barcelona, Seix Barral, 2017.
Sucesión de situaciones y reflexiones de la vida de un personaje que, como es habitual, no parece estar muy en sus cabales (aunque a su alrededor tampoco impera la cordura). De nuevo la escritura vuelve su mirada sobre la escritura. Citas, ocurrencias luminosas o extrañas observaciones. Relaciones ambivalentes entre personajes que se extrañan, se odian, se atraen y se molestan.
En cuanto a la referencia a esa Lidia de Cadaqués y Salvador Dalí, he encontrado noticia de que la afirmación de Dalí fue que "Lídia poseía el cerebro paranoico más magnífico, aparte del mío, que he conocido nunca". Esto me cuadra más. Ahí está:
Si Josep Pla estuviera vivo y siguiera escribiendo podría dedicar uno de sus magnificentes artículos biográficos a Enrique Vila-Matas.
Me interesa el apotegma ""Ficción y realidad, Dos viejos conyuges", porque de creo que viene a dar al cabo de la calle con las posiciones de JG Maestro. Ya lo hemos comentado en otra ocasión. Para este teórico de la literatura la ficción se opone a la realidad operativa y nunca a a verdad. Nada hay de verdadero en Moby Dick pero es literatura. Nada se opone a un meteorito, pero no es literatura. Sí es literatura y ficción por tanto, un meteorito que mata a Moby Dick o una hermosa ballena blanca que cabalga un meteorito. Y veo que tu queridísimo VM de alguna manera, en esa sencilla frase parece oponer ficción a realidad, que por fuerza, esta última siempre es operativa y no inconsútil.
ResponderEliminarSaludos estivales a la espera de la canícula y la gota fría.
...porque creo.... (se escapó un dequeísmo rampante)
ResponderEliminarVila-Matas tiene un estilo propio. Su lectura a veces me gusta y a veces me fatiga. Me atraen sus personajes, con un ojo en la cordura y otro en la locura, metidos hasta las trancas en materia literaria. Advierto en sus libros algunas ráfagas de inteligencia que no me parecen mal.
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