Chase, El secuestro de Miss Blandish / Ramones: The KKK took my baby away

  "¿Me comprende? - repitió Rocco. Pero todo le importaba ahora menos que nada. Sabía que Slim estaba detrás suyo y, sin embargo, no podía volverse. Comprendió que se estaba muriendo rápidamente, pero no podía impedirlo. Miró a miss Blandish, aquella belleza resplandeciente, aquellos ojos llenos de espanto. Se preguntó cuál hubiera sido su fin si no hubiese emprendido la aventura. Se preguntó por qué había querido hacer el Quijote con aquella loca. Se contestó que no había ignorado los riesgos y que los había aceptado. No quería morir. Por lo menos, no en la forma en que iba a morir a manos de Slim. Había visto antes el cuchillo asesino. De pronto, sintió que algo iniciaba su erección. Tampoco podía evitarlo. Vino de su interior, inesperadamente y como un alivio. Sintió por última vez aquel éxtasis apremiante que le había sido tan necesario en su corta  existencia. Sus músculos cedieron a aquel requerimiento. Después, la hoja de acero lo borró todo". 

James Hadley Chase, El secuestro de Miss Blandish, Barcelona, Anagrama, 1990, 222 págs. 


https://youtu.be/ez4yjw5Y94s   Ramones: The KKK took my baby away

Al releer El secuestro de Miss Blandish advierto lo que me parece uno de sus méritos: el ritmo de la narración, basado en el equilibrio entre la concisión del relato y una descripción suficientemente precisa de las situaciones. La banda de malhechores es dirigida por una vieja malvada, no es una mujer fatal en el sentido habitual de la expresión, pero sí que es fatal por peligrosísima. Hay un asesino psicópata, hijo de la vieja malvada. Hay un puñado de criminales de baja graduación. Un detective privado que antes era periodista. Unos policías que parecen policías. Una secuestrada que parece mostrar rasgos del síndrome de Estocolmo (antes de que se acuñara la expresión, porque esta novela se publicó en 1939).  Hay un ambiente propicio al crimen: juego, prostitución, drogas, gentuza. Es una novela muy buena.




Comentarios

  1. Morir empalmado a la vida. Bella muerte. Pensé que solo les pasaba a los colgados. Morir de amor.

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    1. "No quería morir. Por lo menos, no en la forma en que iba a morir". Lo de correrse en el pánico de la muerte pudo ser una forma de respuesta física al espanto de morir a cuchillo. Tampoco sé si hubo casos o fue mera imaginación del autor, que no se cortaba un pelo, porque triunfó escribiendo aventuras que sucedían en los Estados Unidos mientras él siempre vivió en Europa y sólo conoció el lugar de sus novelas en algún viaje.

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