Ernst Jünger, Un encuentro peligroso
"Kargané recordó que Irene le había dicho una vez: Eres un burgués: te interesa más lo que se pinta que el cómo. Tal vez tuviera razón. También sus gustos literarios se regían menos por el estilo que por la acción. Desde luego, hasta un pedazo de carne se puede pintar de muchas maneras. Pero yo sé distinguir si es de buey o de toro bravo. El instinto vale más que el gusto".
"La desmesura es enemiga de la felicidad y del éxito. Ello obedece a causas diversas. Aparte de que no siempre traduce una energía vital, contiene un ingrediente que destruye el goce. Un banquete se saborea con deleite cuando discurre armoniosamente en un ambiente agradable, entre amenas conversaciones. Si alguno de los asistentes es amigo de bebidas fuertes, ruidos y disputas, se crea una tensión, como si la comida se sirviera durante una tempestad".
"Cada cazador es marcado por el tipo de caza a que se dedica".
Ernst Jünger, Un encuentro peligroso, Barcelona, Seix Barral, 1988.
Ciertamente cada cazador elige su presa y cada presa fuerza a un tipo de cazador. Cada orquídea y cada variedad de higo reclama el insecto concreto que le pica. Cada flor elige su colibrí. Pero, ¿Quién me caza a mí¿ A mi ¿quién me elige? ¿Nos elegimos o más bien nos tropezamos y luego acomodamos?
ResponderEliminar¿En el amor hay consciencia o casualidad? And so on...
Desde el punto de vista del evolucionismo la evolución es una guerra de pezuñas y garras. No hay que ser la cebra que más corre sino no ser la que menos lo hace.
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