José Enciso Contreras, Llegó Pancho Villa a ver qué estaba pasando

   "Hasta fechas recientes, en la historiografía de la Revolución Mexicana han surgido reflexiones a propósito de la maarcada heterogeneidad de personas que componen un ejército, sobre todo cuando se trata del enorme cuerpo militar que era la División del Norte, de extracto meramente popular [...] un ejército conformado por el pueblo, con los variopintos componentes de que se integraba aquel barroco conjunto y, como proyección popular, con todas sus cualidades y defectos.

   Desde su constitución inicial en septiembre de 1913 en el municipio de Jiménez, Chihuahua, la División congregó dirigentes revolucionarios irregulares de distintas regiones del propio Estado de Chihuahua, así como de Durango y La Laguna [...]  Ese fue el primer antecedente de la originaria heterogeneidad regional de aquella poderosa hueste.

   Por otra parte, aquel fue un colectivo bélico conformado por nutrido grupo de profesionistas: desde luego, militares de carrera, médicos odontólogos, abogados, enfermeros, periodistas, profesores, veterinarios, cineastas, ingenieros y hsata un cura destripado metido a militar, como fue Martín Triana. Y qué decir de la tropa, donde figuraron tanto oficiales y jefes provenientes de estratos sociales medios y marginales, como la mera carne de cañón salida de las capas francamente depauperadas de la población, así como pícaros y vividores que no fueron pocos. De igual manera, proletarios urbanos y rurales, chóferes, músicos, mineros, trovadores, aventureros, bandiddos y pequeños ganaderos y comerciantes, entre un largo, larguísimo etcétera. La pobreza fue, sin duda, la principal motivación para el enrolamiento de combatientes en este ejército. [...]  Si se pregunta por la cuestión de las nacionalidades, se encontrará asimismo grandes sorpresas: hubo en aquellas filas nativos de España, Estados Unidos, Italia, Canadá, Japón, Alsacia y Alemania...

   En suma, se puede decir que no poco mérito tuvo el general Francisco Villa al saber organizar, mejorar y conducir exitosamente este complejo mosaico a niveles sin precedentes que, en sus mejores momentos entre la toma de Torreón y Zacatecas en 1914, llegaría a contar entre sus filas con más de cincuenta mil hombres". 

José Enciso Contreras,  Llegó Pancho Villa a ver qué estaba pasando. Siete estudios sobre Zacatecas, la Revolución y el villismo, Zacatecas,  2019





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