Hermann Hesse: sobre la realidad, sobre el mediodía / Anglada y Cerezuela: Manzana de caramelo
"La realidad es un rayo que se halla prisionero en cada piedra. Si no lo despiertas, la piedra se queda en piedra, la ciudad en ciudad, la belleza bella, el tedio tedioso, y todo duerme el sueño de las cosas, hasta que tú, mediante tus corrientes de alta tensión, lo inundas con la tormenta de la realidad". El vaso escribiente,
"Ojos negros y azules fulguraban, ante los ventanales abiertos del balcón vigilaba extático el ardiente mediodía". El último verano de Klingsor.
"Porque nosotros creemos en la caducidad de la máquina y en la perennidad de Dios". Madonna d'Ongero.
Hermann Hesse, Cuentos 4, Madrid, Alianza Editorial, 1980
https://youtu.be/lEBwUIuL4Lg Anglada y Cerezuela: Manzana de caramelo
Las páginas de Hermann Hesse son como un grato paseo por prados, arboledas y jardines, pero el sendero pasa cerca de objetos brillantes, profundas sombras azuladas, colores inefables, pájaros extraños y sonidos fascinadores. El espíritu humano y un paisaje que al autor ofrece, a cada paso, la belleza intemporal del mundo. Ese paisaje es el de la comarca italiana de Suiza.
El primer fragmento es pura filfa, puro flatus vocis. El rayo es parte de la realidad pero no es la realidad. La realidad no se puede hipostasiar en un rato. Monismo puro. HH debía fumar. Mucho
ResponderEliminar¿Que si fumaba? Creo que no sólo fumaba. También bebía.
Eliminar