Amélie Nothomb, Biografía del hambre

  "Conviene matizar. Dentro de las golosinas, las hay más o menos metafísicas. Una larga investigación me ha llevado a la siguiente constatación: el alimento teologal es el chocolate.

   Podría multiplicar las pruebas científicas, empezando por la teobromina, que es el único que la contiene y cuya etimología es llamativa de por sí. Pero eso me daría la sensación de estar, de algún modo, insultando al chocolate. Su divinidad me parece más destacada que las apologéticas.

   ¿Acaso no basta tener en la boca un chocolate del bueno no sólo para creer en Dios sino también para sentirse en su presencia?".


   "Pekín también me proporcionó una información interesante: mi padre era un hombre extraño. 

   Cuando estábamos juntos, no se privaba de expresar, sobre el régimen chino de la época, todo el mal que merecía. En efecto, en materia de perversidad, la Banda de los Cuatro era un auténtico prodigio. La señora Mao y los suyos son lo más fuerte jamás inventado en materia de infamia indefendible. En el panteón de la carroña, gozan de una eternidad que nadie les discute.

   Que mi padre fuera instado a frecuentar e incluso negociar con ese gobierno era una fatalidad de su trabajo de diplomático. [...] 

   Sin embargo, a veces ocurría que mi padre regresaba de una de esas cenas sin náuseas: era cuando había tenido ocasión de hablar con Zhou Enlai. Este le inspiraba una enorme admiración. Que fuera el primer ministro de un gobierno deletéreo no parecía ser un problema. Y, para mí, aquello resultaba difícil de comprender. Eras bueno o malo. No podías ser las dos cosas a la vez.

   Zhou Enlai sí lo era. Los datos hablan por sí solos: no era posible ser primer ministro de la China Popular entre 1949 y 1976 sin lo que algunos llamarían cierta capacidad para la traición. Pero también podía considerarse una habilidad: la gran virtud de la flexibilidad. Participaba en el peor de los gobiernos y al mismo tiempo moderaba la locura que probablemente habría resultado todavía más nociva.

   Si existe un personaje de la Historia que haya obrado más allá del bien y del mal, ése es él. Incluso sus más virulentos detractores reconocían la dimensión y el impacto de su inteligencia. El entusiasmo de mi padre por Zhou Enlai me hacía reflexionar. Más allá de un juicio político que me superaba, experimentaba perplejidad al descubrir que el responsable de mis días era incomprensible y que hacía bien en serlo". 


   "A los siete años tuve la clarísima sensación de haberlo vivido todo".


Amélie Nothomb, Biografía del hambre, Barcelona, Anagrama, 2006. 

https://youtu.be/RTXszRHc0qs?feature=shared  Aretha Franklin (The Blues Brothers): Think 

Fascinante relato autobiográfico, con el característico estilo de Nothomb: su fulgurante y nítida concisión, la implacable sucesión de hechos y circunstancias. 






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