Benjamin Black, Los lobos de Praga

    "Rodolfo siguió en silencio un rato, pero luego se envaró de pronto, irguiendo el mentón barbado y prominente, con las aletas de la nariz dilatadas y el labio húmedo adelantado. Su gesto había adquirido de pronto un desdén altanero.

   -Nos no creemos en Dios- dijo con una voz nueva, fuerte, tonante, profunda y solemne. -Nos no tenemos la menor fe en Dios ni en el Hombre. El mundo es maldad y locura, y el cielo y el infierno son una mentira para consolarnos o asustarnos. ]...] -No hay nadie en quien podamos confiar- dijo. -Estamos rodeados de aduladores e intrigantes. Nuestros cortesanos nos chupan la sangre como sanguijuelas-". 

   "Todo el mundo hacía todo, incluso las tareas más normales, con tanto sigilo y disimulo que parecía vivir en medio de una vasta, necesaria e interminable conspiración. <Magická Praha>, llaman los praguenses a su ciudad, aunque la magia que practican es mundana".

Benjamin Black (John Banville), Los lobos de Praga, Madrid, Alfaguara, 2019. 


https://youtu.be/ZtMpuIWZw2M   Aviador Dro: La ciudad en movimiento 

Praga, finales del siglo XVI: el emperador Rodolfo encarga a un recién llegado a su corte plagada de conspiradores que investigue quién ha asesinado a su joven amante, que apareció degollada sobre la nieve. Una nota del autor, al final del libro, informa de que es una "fantasía histórica" y señala qué personajes ha tomado de la historia y qué otros son imaginados. Entretenido. 




Comentarios

  1. El emperador presó de sus súbditos. Los dioses necesitan fieles. No se puede imperar sin nadie debajo. El imperio se crea en la desigualdad natural

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