Albert Camus, El extranjero

 “A partir del instante en que aprendí a recordar, concluí por no aburrirme en absoluto. Me ponía a veces a pensar en mi cuarto y, con la imaginación, salía de un rincón para volver detallando mentalmente todo lo que encontraba en el camino. Al principio lo hacía rápidamente. Pero cada vez que volvía a empezar era un poco más largo. Recordaba cada mueble, y de cada uno, cada objeto que en él se encontraba, y de cada objeto, todos los detalles, y de los detalles, una incrustación, una grieta o un borde gastado, los colores y las imperfecciones. [...] Así, cuanto más reflexionaba, más cosas desconocidas u olvidadas extraía de la memoria. Comprendí entonces que en un hombre que no hubiera vivido más que un solo día podría vivir fácilmente cien años en una cárcel. Tendría bastantes recuerdos para no aburrirse”.

Albert Camus, El extranjero, Madrid, Alianza - Emecé, 1987 (1981). L’Étranger, París, Gallimard, 1942.

 https://youtu.be/XGkKjeEWU5U  Los Rodríguez: Hace calor 

Releo esta historia y vuelvo a sentir, como en la primera lectura, cierta sensación como de domingo por la tarde (aunque lo leí en sábado), de incómoda identificación con la indiferencia del personaje. 





Comentarios

  1. "Comprendí entonces que en un hombre que no hubiera vivido más que un solo día podría vivir fácilmente cien años en una cárcel."
    - Justamente lo contrario del Tristran Shandy que para contar sus dos primeros años de vida necesita un libro entero y no lo agota.
    Paradojas de vida y literatura. Ambas son engaños de lo que és.

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  2. Hasta hay paradojas matemáticas basadas en el Tristram

    Como sabemos, Tristram Shandy empleó dos años en escribir la crónica de los dos primeros días de su vida, y se lamentó de que, en esa proporción, el material se acumularía más rápidamente de lo que él pudiese despacharlo, de forma que, a medida que pasaran los años, se hallaría cada vez más lejos del fin de su historia. Ahora bien, yo sostengo que, si él hubiera vivido eternamente y no se hubiese cansado de su tarea, en este caso, aunque su vida continuase tan pródiga en acontecimientos como empezó, ninguna parte de su biografía hubiese quedado sin escribir. Pues, considérese: el día ciento lo escribirá en el año ciento, el día mil en el año mil, y así sucesivamente. Cualquiera que sea el día que elijamos tan distante que no tenga esperanza de alcanzarlo, ese día será descrito en el año correspondiente. Así, pues, cualquier día que pueda decirse será escrito más pronto o más tarde y, por tanto, ninguna parte de la biografía quedará nunca sin escribir. Esta proposición paradójica, pero perfectamente verdadera, depende del hecho de que el número de días en la eternidad no es mayor que el número de años.

    https://culturacientifica.com/2013/11/27/la-paradoja-de-tristram-shandy/

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    Respuestas
    1. Estoy algo familiarizado con esta paradoja porque Borges la explica bastante bien en alguno de sus relatos. Y tengo para mí que el infinito no puede ser undireccional (como a veces nos representamos una serie de números), sino que se compondrá de un número infinito de series y de otras cosas, lo que permite que en algunos lugares (mogares, lutiempos) del infinito se termine de escribir la historia del día X antes de la llegada de ese día.

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