Julio Caro Baroja, Las brujas y su mundo - La época de las luces

    "Nunca los que inician un movimiento cultural son los que reciben mayores plácemes cuando aquél triunfa [...] Así se suele decir que el delito de Brujería dejó de existir gracias a la acción de los hombres de la época de las luces, cuando, en realidad, durante todo el siglo XVIII en muchos países siguió condenando severamente a brujos y hechiceros, mientras que en otros, el supuesto delito quedó reducido a un delito común, equiparable a los de fraude y engaño y esto por influencia de magistrados que poco o nada tenían que ver con la ilustración, como los mismos inquisidores españoles del siglo XVII". 

   "Puede decirse que a mediados del siglo XVIII la batalla entre los que defendían una concepción mágica del mundo y quienes la atacaban de lleno, se hallaba ya casi terminada a favor de los segundos, al menos en las clases dominantes".

   "Durante la segunda mitad del siglo XVIII fue útil que se publicaran libros en los que, de una manera u otra, se combatía la creencia en brujas y en general toda clase de supersticiones, desde un punto de vista racionalista. Lo que los hombres de generaciones anteriores dijeron tímidamente ahora se dice sin embarazo alguno, en tono de broma con frecuencia. Porque ya era raro que una bruja o un brujo sufriera penas severas y sí de buen tono no creer en brujerías". 

    "En última instancia, durante las luchas políticas de comienzo del siglo XIX, la creencia en brujas sirve a algunos para simbolizar a las gentes chapadas a la antigua, partidarias del Absolutismo y de los regímenes despóticos". 

Julio Caro Baroja, Las brujas y su mundo, Madrid, Alianza - Ediciones del Prado, 1993 (capítulo 17, "La época de las luces").  

https://youtu.be/A3ON8tVv4J8   Estopa: El del medio de los Chichos

Goya, Vuelo de Brujas, 1798, Museo del Prado 



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