Melchor Fernández Almagro: sobre la I República

    "Se congratuló don Estanislao Figueras, en su discurso de gracias a la Asamblea que le había elegido presidente del Poder ejecutivo, del orden con que se acababa de dar el paso de la Monarquía a la República [...] Sin embargo, la realidad tomó otro cariz, según fue difundiéndose por toda España la noticia del cambio de régimen.

   En muchos pueblos, al grito de '¡Viva la República federal!', grupos armados se impusieron al vecindario, entregándose, donde menos, al destrozo de los emblemas monárquicos y al vejamen de las gentes de orden, y en no pocos lugares, al saqueo, al incendio y asesinato. [...] 

   Tocada de gorro frigio, España iniciaba nueva y más aguda fase de descomposición. Y era lo peor que se agravaban considerablemente los síntomas de indisciplina militar [...] Se recrudecía, además, la guerra de Cuba, negada la confianza de la mayor parte del Ejército y del elemento civil al nuevo Poder. [...] Y no se tardó en sospechar que el Gobierno no duraría más allá de unas semanas, vista la falta de energía acusada por Figueras -tan débil como elocuente y austero- ante sucesos de turbulencia tal que acabarían por derribarle. [...]

   La serie de problemas que habría de abordar el nuevo Gobierno era verdaderamente impresionante. A lo largo de las dos semanas que contaba de vida la República, todos se habían exacerbado, más los surgidos por el brusco cambio de régimen. Aumentaban por días las perturbaciones de orden público, hallándose en peligro continuo de asalto y destrucción -si es que no se consumaba el desmán- conventos e iglesias, Registros de la propiedad, fincas particulares... La seguridad personal había desaparecido. Las Juntas revolucionarias, lejos de evitar o reprimir, jaleaban a las turbas. No se veía el fin de la guerra de Cuba y recrudecida la del Norte, vino a complicarla el intento separatista de la Diputación provincial de Barcelona, alentando la indisciplina en el Ejército, muy trabajado en la guarnición de las plazas catalanas por la propaganda federal. La Diputación, presidida por Baldomero Lostau, proclamó -9 de marzo- el 'Estado catalán' y se dispuso a licenciar tropas y a sustituirlas por milicias extraídas en gran parte del propio Ejército".

Melchor Fernández Almagro, Historia política de la España contemporánea 1868/1885, Alianza Editorial, Madrid, 1968.

https://youtu.be/UJqUDYdTdj4   Thom Yorke: Don't Fear the Lights




Comentarios

  1. Siempre hay quien saca partido de la debilidad del príncipe. Y como siempre hay estuvo Catalunya i su procés

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