Julio Caro Baroja: Hegel y el sentido de la Historia

  "Para la comprensión de muchos aspectos de la Antropología, en conjunto, sería mejor que la generalidad de los antropólogos tuvieran conocimiento, por lo menos, de una parte de las vastas concepciones hegelianas, ya que algunos pensamientos importantes en el desarrollo del estudio de las culturas primitivas pueden arrancar de una reacción antihegeliana o de ideas del mismo Hegel. La parte que nos interesa de su actividad se halla en las famosas Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal. [...] 

   Considera Hegel que la palabra Historia, de modo corriente, tiene un sentido objetivo y otro subjetivo: es, así la narración tanto como los mismos hechos. Esta unión no es debida a una pura casualidad externa. Es la misma Historia la que aparece con la narración; y este doble hecho se da cuando por vez primera aparece el Estado, como tal, una sociedad humana superior.

   Semejante tesis hace que, para Hegel, haya una parte considerable de la Humanidad que no debe ser considerada como objeto de la Filosofía de la Historia propiamente dicha, porque no ha tenido Historia objetiva ni subjetivamente y ha carecido de <<Estado>> orgánicamente constituido. [...] Los pueblos que no lo tienen se hallan en una especie de Prehistoria que queda fuera del fin de la Filosofía de la Historia, propiamente dicha [...] 

   Hegel considera como fundamental la existencia de Dios para comprender la Historia. Pero la Filosofía de la Historia misma, mediante un método racional, debe destacar cómo de la masa ingente de datos, no bien entendidos e interpretados muchas veces por los historiadores mismos, se dibuja la línea evolutiva del Espíritu universal con independencia de contingencias y Hegel considera que lo son las pasiones, las energías y los mismos destinos particulares de los pueblos, que tanto interesan a los historiadores mismos. Dibujar, pues, la línea evolutiva es lo esencial.[...]

   Parece que con esto nos alejamos de modo absoluto de toda especulación antropológica científica. Pero la verdad no es ésta. Porque las hipótesis y teorías evolucionistas de los antropólogos de época no muy posterior a aquella en que se publicaron las lecciones de Hegel dan a entender, cuando menos, que la Evolución biológica y cultural es una <<marcha a>> [...]

Julio Caro Baroja, Los fundamentos del pensamiento antropológico moderno, Madrid, CSIC, 1985 (pp. 37-43).