Julio Caro Baroja: Creer y cómo creer.

   "¿Qué es creer? En un país como España es más difícil averiguarlo que en otros más sosegados. Por de pronto, desde el punto de vista social y político, el que escribe, en conversaciones con jóvenes españoles, apasionados y creyentes (creyentes en Mao o en Lenin, lo mismo que si son creyentes en profecías o providencialismos patriótico-religiosos), les ha recomendado con humildad y timidez: Bien. Crea usted; pero crea poco. Porque si cree mucho y puede aplicar su creencia o creencias nos aplastará a los demás. [...] Hay que creer, sí, hay que creer; pero acaso no creer poco, sino como si se creyera poco. Creer para uno. No creer para actuar de modo descompasado y poniendo a los demás en entredichos sucesivos. Crea, pero no moleste. Crea, pero no dogmatice demasiado en público. ¡Quién sabe lo que está reservado al objeto de su creencia! A San Cristóbal o a San Jorge, a Trotski o a Stalin. La negación o el interdicto. Aténgase a la experiencia. 

   Hay que creer suave, reposadamente: incluso cuando se trata de creer en la propia incredulidad. [...] Crea usted que Dios no existe. Bien, pero no me quiera imponer su creencia. Crea usted que Dios existe; pero no pida el restablecimiento de la Inquisición. No crea usted poco, pero actúe como si creyera poco. Al menos cuando se trata de coaccionar. De lo contrario, otra vez quemas de iglesias, de conventos, de imágenes. Otra vez juntas de fe, tribunales de purificación o depuración. Según las tornas. Esto, visto desde una posición de historiador, empieza a ser aburrido". 

Julio Caro Baroja, De la superstición al ateísmo (Meditaciones antropológicas), Madrid, Taurus, 1974. 

El fragmento copiado es del prólogo, del mismo autor.





 

Comentarios

  1. Magnífico lema electoral panpartidista. !Creednos, pero poco!
    La Guerra Civil las hubiésemos evitado.

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