G. Torrente Ballester, Filomeno a mi pesar
"A veces, los hados toman la forma de una voluntad tozuda al servicio de una idea elemental".
"-Entonces, ¿tú qué poetas lees? ¿Rubén Darío?- Le cité a Quental y a Teixeira de Pascoaes, también a Shelley. Se me quedó mirando. -¿De dónde son?- Portugueses. Shelley es inglés. -¿Y los lees en su lengua?- Sí. Se quedó un rato callado. -aquí no leemos eso. Leemos principalmente a los franceses. Paul Valéry, ¿sabes? Sobre todo a Paul Valèry-".
"Disciplinarse es, ante todo, distanciarse".
"El arte es indispensable y tiene la ventaja de que puede aprenderse".
"Debo advertirle que lo mismo se aprende a conocer a los hombres en las altas esferas que en las populares, con la diferencia de que en las altas tendrá usted que hacer frente a la hipocresía, y en las bajas, a la sinceridad. Una y otra son peligrosas, pero, como experiencia, necesarias".
"Por debajo de las razones, siempre hay algo más fuerte y más explicable".
“Los portugueses
fueron siempre hábiles, y de uno de sus funcionarios conozco la siguiente
frase, dicha a un representante extranjero: Su
excelencia tiene razón, pero no la tiene toda, y la poca que tiene no le sirve de
nada”.
Gonzalo Torrente Ballester, Filomeno a mi pesar, Barcelona, Planeta, 1988.
https://youtu.be/iSImjil-b_Y Lola Flores echando un sortilegio
Genial la frase del diplomático. De como una brecha en la pared mina un edificio totalmente.
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