Otto Rank, El trauma del nacimiento

   "Somos todos todavía en exceso 'hombres teóricos' y nos inclinamos demasiado a creer que el saber es efectivamente capaz de tornar 'virtuosos' a los hombres. El psicoanálisis ha mostrado que el saber no tiene ese poder".

   "Las perversiones, en las que Freud ve el elemento positivo de la neurosis, se relacionan de la manera más indiscutible con la situación infantil primitiva. [...]

   El exhibicionista se caracteriza por el hecho de que busca retornar al estado primitivo y paradisíaco de la desnudez en el que había vivido antes del nacimiento y que, por esta razón los niños aman tanto. [...]

   Esta explicación vale igualmente para el fetichismo cuyo mecanismo es, tal como lo ha mostrado Freud, el de una represión parcial, con formación sustitutiva y compensadora: la represión se refiere regularmente a los órganos genitales maternos, transformados en una fuente de angustia traumática y por alguna otra parte del cuerpo que es considerada como una fuente de placer, o por un accesorio de adorno (vestido, zapatos, corsé, etc.), en relación con esta parte del cuerpo. 

   En lo que concierne al masoquismo, mis experiencias analíticas anteriores ya me habían hecho suponer que resulta de la transformación de los dolores que acompañan al nacimiento ('fantasía de la flagelación?) en sensaciones voluptuosas.  [...]   Por otro lado, el sádico típico, el degollador de niños (Giles de Rais) que se complace ante la vista de la sangre y excava en los intestinos, o el despanzurrador de mujeres, dan libre curso a la curiosidad infantil de saber lo que pasa en el interior del cuerpo. [...]

   La homosexualidad parece, también, prestarse sin esfuerzo a esta explicación puesto que es evidente que en el hombre descansa en la aversión hacia el aparato genital de la mujer, a causa de sus relaciones íntimas con el choque del nacimiento. El homosexual no ve en la mujer más que el instrumento de la maternidad, la identifica completamente con su aparato genital, que es incapaz de concebir como una fuente de placer posible. Nuestros análisis además nos han mostrado que los homosexuales de los dos sexos no juegan a marido y mujer más que en su conciencia; pero en su inconsciente uno de ellos (y esto es particularmente patente en la homosexualidad femenina) tiene el papel de la madre, el otro el del niño. [...] Conviene insistir sobre el hecho de que la homosexualidad que, en cuanto perversión, parece no tener en cuenta las diferencias sexuales, descansa en realidad y totalmente sobre la bisexualidad del estado embrionario, cuyo recuerdo subsiste en el inconsciente". 


Otto Rank, El trauma del nacimiento, Barcelona, Paidós, 1981 (Buenos Aires, Paidós, 1961).

Das Trauma der Geburt, Leipzig - Viena - Zurich, Internationaler Psychoanalytischer Verlag, 1924.

https://youtu.be/MJDqBk2cTJ0   Sara Montiel: Nena





Comentarios

  1. La homosexualidad parece, también, prestarse sin esfuerzo a esta explicación puesto que es evidente que en el hombre descansa en la aversión hacia el aparato genital de la mujer, a causa de sus relaciones íntimas con el choque del nacimiento.

    Espero que hablara por él. A mí, varón heterosexual hay partes del aparato genital y mamario de la mujer que me enloquecen.

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  2. Y no recuerdo nada de mi parto. Ni tan siquiera de mi primer mes de vida. Ni tan siquiera del primer año. Recuerdo el sarampión.

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    1. Yo tampoco me acuerdo de nada. Sé que fui pequeño porque me han enseñado algunas fotos, pero bien podrían ser de otra persona.

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