Maxime Rovere, Qué hacemos con los idiotas

   "He aquí tal vez la verdad más difícil de admitir, la más abismal, la más insoportable de todas las que este libro debe revelar: los seres humanos no siempre son idiotas por error, por azar, por defecto o por exceso, por circunstancias y por así decir a su pesar. Hay idiotas sistemáticos. 

   Siento mucho que el destino me haya elegido para desvelar esta verdad, pero puesto que la sufrimos todos, más vale mirar las cosas de frente. Lo que denominamos en general la alteridad no designa solo diferencias físicas, lingüísticas y culturales que enriquecen a la humanidad. La alteridad también significa que en todas las sociedades y todas las capas sociales hay seres -y no uno solo aislado, sino con amigos que están de acuerdo con ellos- a los que no les importa la coherencia y que, en vez de tener un sistema de valores diferente del tuyo, lo cual sería interesante en sí, han asumido como valor el no tener ninguna lógica, es decir el ser totalmente incoherentes. Son lo que yo llamo idiotas sistemáticos". 

   "Por desgracia, los que tienen la gran suerte de vivir en un Estado de derecho desarrollan naturalmente una tendencia a desear una ley para todo. Esa tendencia favorece la penetración del Estado en todos los ámbitos, y un Estado omnipresente es la definición del totalitarismo. He aquí cómo, para defendernos de los idiotas, nos transformamos en esclavos, porque nos volvemos incapaces de prescindir de las instituciones normativas".

   "Y ningún Estado prohibirá jamás los idiotas, porque son los que mandan".

Maxime Rovere, Qué hacemos con los idiotas, Barcelona, Paidós, 2020.

Que faire des cons?, París, Flammarion, 2019

El autor dice que este libro es un ensayo o investigación de ética interaccional. No está mal, pero en la breve bibliografía del final echo de menos Las leyes fundamentales de la estupidez humana, de Carlo M. Cipolla, que sin tantas pretensiones filosóficas ofrece sustantivas aportaciones a la materia. 


Comentarios

  1. Muy interesante el fragmento. Las leyes de todo y para todo como inútil defensa contra los idiotas. Presupone una autarquia anàrquica como solución. De ese modo la única ley sería el contrato Inter pares y ya sabemos que los idiotas serían incapaces de esto

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares