Agatha Christie, Peligro inminente

 “-Dígame Poirot –le pregunté-: ¿no ha sentido nunca la tentación de volver a sus pasadas actividades? Esta vida tan pasiva...

   -Me viene de perlas, amigo mío –me replicó al momento. Tenderse al sol es la ocupación más agradable de todas. Y además, bajar voluntariamente del pedestal, cuando se ha llegado a la cumbre de la fama, ¿puede hacerse algo mejor? En todas partes se habla de mí como del más grande, del único, del incomparable Hercule Poirot. Nunca ha habido nadie como yo ni nunca lo habrá. Eh bien... Estoy satisfecho, no pido más. Soy modesto.

   Yo no hubiera utilizado la palabra modesto. Al parecer el egocentrismo de mi amigo no se había debilitado con el transcurso de los años. Se apoyó en el respaldo de la silla atusándose el bigote y casi ronroneando como un gato, de pura satisfacción”.

   “Las células grises funcionan aún admirablemente, todavía tengo una inteligencia capaz de pensar con orden, con método. Pero he dicho que me he retirado, amigo mío, ¡y me he retirado! ¡Fin! Yo no soy un divo del teatro que se despide veinte veces del público. Además, quiero dejar generosamente mi plaza a los jóvenes. ¿Quién dice que no serán capaces de investigaciones brillantes? Lo dudo mucho, pero puedo equivocarme”.

Agatha Christie, Peligro inminente, Barcelona, Molina, 2000.

            Apabullante, la modestia de Poirot. 



Comentarios

Entradas populares