B. J. Feijoo: sentirlo y decirlo, mérito y fortuna, disputas escolásticas.

"No es lo que se siente lo que se dice cuando es delito decir lo que se siente". Del Teatro Crítico Universal

"Por cualquier camino que los hombres se hagan ilustres pueden influir en su fama, o el mérito solo o la fortuna sola o aliados el mérito y la fortuna. Esto último es lo común. El mérito, faltándole coyunturas favorables para darse a conocer, yace escondido mientras el sujeto vive, y se sepulta con él cuando muere. Aun conocido puede desdorarle la calumnia y oscurecerle la envidia. La fortuna puede elevar a un indigno hasta la altura del trono; pero será rarísimo el caso en que haga su fama gloriosa, por más panegíricos que forme la adulación; porque éstos no se creen entonces y ni aun se leen después".  Del Teatro Crítico Universal

"He oído y leído mil veces (mas, ¿quién no lo ha oído y leído?) que el fin, si no total, primario, de las disputas escolásticas es la indagación de la verdad. Convengo en que para eso se instituyeron las disputas; mas no es ése por lo común el blanco a que se mira en ellas. Dirélo con voces escolásticas. Ése es el fin de la obra; mas no del operante. O todos o casi todos los que van a la aula, o a impugnar o a defender, llevan hecho propósito firme de no ceder jamás al contrario, por buenas razones que alegue. Esto se proponen, y esto ejecutan. [...] Todos o casi todos, al bajar de la cátedra, mantienen la opinión que tenían cuando subieron a ella. Pues ¿qué verdad es ésta que dicen van a descubrir?".  Del Teatro Crítico Universal

"Quien considerare que para la verdad no hay más que una senda, y para el error infinitas, no extrañará que caminando los hombres con tan escasa luz, se descaminen los más". Del Teatro Crítico Universal

"Todo el mundo tenía, y tiene, cierto interés práctico en enfermedades e indisposiciones, en el valor y comportamiento de médicos profesionales o curanderos, en los éxitos y fracasos de la cirugía, en recetas modernas o folklóricas. En todas estas esferas, pues, entraba el escepticismo del Padre Maestro para atacar criterios anticuados, sobre todo la teoría de Hipócrates, establecida en las escuelas como modelo casi tan infalible como Aristóteles, y en el ejercicio de la medicina, la demasiada confianza en el purgar y sangrar y el recetar ignorantemente medicamentos. Según las investigaciones del doctor Marañón, sabía Feijoo de la medicina moderna todo lo que permitían las circunstancias de la época.  Entre los innumerables temas de esta categoría [...] destaca el de la relación entre los tratamientos médicos y el movimiento de las estrellas, o sea, por extensión, la costumbre de confundir astronomía con astrología. Naturalmente, se divertía Feijoo, como divierte a su lector de hoy, lanzándose irónicamente al combate. Ahora bien, en este caso y en muchos otros casos médicos, luchaba contra tradiciones aparentemente basadas sobre experiencia probada y aprobadas por portavoces semiilustrados de la medicina, tales como el famoso doctor Torres Villarroel. [...] No debe sorprendernos que en el setecientos estuviese bien arraigada la costumbre de relacionar el movimiento de las estrellas con la salud humana y purgarse, sangrarse y tomar medicinas a las horas, conforme a cálculos astrológicos".  Del "Estudio preliminar" de Ivy L. McClelland.   

Benito Jerónimo Feijoo, Obras (Selección) [edición de Ivy L. McClelland], Madrid, Taurus, 1988






Comentarios

  1. Gran y desconocido Feijoo que lògicament es muy estimado por la escuela del MF de Bueno. Persona que pone en valor a la Iglesia pese a los pecados de ésta.

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