Joaquim Fest, El hundimiento
“La historia
contemporánea no conoce una catástrofe comparable al hundimiento de 1945.
Nunca, antes de entonces, se extinguieron tantas vidas, fueron destruidas
tantas ciudades y asoladas tantas regiones al derrumbarse un imperio. [...] Lo
que sufrieron y soportaron quienes vivieron aquellos tiempos no fueron sólo los
inevitables horrores de una derrota, agravada por el poder destructivo de las
guerras modernas. Antes bien, en la agonía con la que se apagó el imperio de
Hitler pareció actuar una fuerza motriz. Ésta puso todo de su parte para que no
sólo terminara su propia dominación sino para que, literalmente el país dejara
de existir”.
“Acorde con las
paradojas de la historia, la desaparición de Hitler casi sin dejar rastro ha
contribuido a depararle una extraña supervivencia. Hitler, al cabo de
generaciones, sigue presente en el pensamiento de los unos y de los otros, y su
poder incluso va en aumento según crece la distancia temporal. Lo que convierte
a Hitler en un fenómeno como nunca ha habido otro en la historia se debe
fundamentalmente a que carecía de toda idea civilizatoria. [...] Hitler, al
conquistar y extender su poder prescindió de embellecimientos de género
idealista y ni siquiera los consideró necesarios como mascarada para el
ejercicio del poder. [...] La fuerza indomable que le sustentó toda su vida no
fue sino la máxima precivilizatoria del derecho del más fuerte. Eso es lo único
que define en su totalidad lo que él hacía pasar por su cosmovisión”.
Joaquim
Fest, El hundimiento, Barcelona, Círculo
de Lectores, 2004.
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