Roald Dahl, La venganza es mía S.A.
“- Lo que no debes olvidar es lo siguiente, Gordon. Son capaces de cualquier cosa con tal de que un galgo gane, si eso es lo que quieren. Por otra parte, un perro no puede correr más de lo que le permita su constitución, por muchas cosas que le hagan. Así que si metemos a Jackie en la categoría inferior, lo conseguiremos. En esa categoría no hay ningún perro que se le pueda comparar, aunque le pongan aceite de gualteria o le inyecten lo que sea. Ni siquiera con jengibre.
-¿Jengibre?
-Sí señor. Eso
también es muy corriente. Cogen un trozo de jengibre crudo, del tamaño de una
nuez, y cinco minutos antes de la carrera se lo meten al galgo.
-¿Por la boca?
¿Se lo come?
-No. No
precisamente por la boca”.
Roald Dahl, La venganza es mía S.A., Madrid, Debate,
1985.
Interesante y divertido.
Siempre hay una vía alternativa.
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