Mario Benedetti, La tregua
"Ocho de la mañana. Estoy desayunando en el Tupí. Uno de mis mayores placeres. Sentarme junto a cualquiera de las ventanas que miran hacia la Plaza. Llueve. Mejor todavía. He aprendido a querer ese monstruo folclórico que es el Palacio Salvo. Por algo figura en todas las postales para turistas. Es casi una representación del carácter nacional: guarango, soso, recargado, simpático. Es tan pero tan feo, que lo pone a uno de buen humor".
"Alguna vez, en estos diálogos francos con Avellaneda, me he encontrado pronunciando palabras que me parecían más sinceras aún que mis pensamientos. ¿Es posible eso?"
Mario Benedetti, La tregua, Madrid, Alfaguara (Santillana), 2009.
La tregua se publicó en 1960. Al final del texto dice "Montevideo, enero a mayo de 1959". Citas, págs. 142 y 152.
Palabras más sinceras que un pensamiento. La antimentira. El hallazgo en tí, en un instante infinitesimal, de algo más cierto que lo pensado. Y sólo en el trayecto de nanosegundos entre tu corteza y la laringe. No parece serio. Todo fonema és posterior a la idea fonada
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