Josefina R. Aldecoa, Historia de una maestra

"En un Decreto de 1931 en el que se hace obligatoria la coeducación en los institutos, tengo idea de que se habla de la posibilidad de extenderla a otros grdos de la enseñanza, incluida la primaria -nos dijo un día Domingo.

El Dereto existía y cuando se presentó el Inspector en una visita de rutina, le informamos de nuestro plan y le pedimos autorización para ponerlo en práctica. Se trataba de unir niños y niñas y dividirlos en dos grandes grupos uno hasta los nueve años y otro de diez a catorce.

El Inspector se mostró en principio bien dispuesto. Pertenecía al cuerpo renovado de raíz por la República y conocía muy bien la lucha de la escuelas unitarias para vencer las dificultades de enseñar a la vez a niños de edades muy distintas. 

- Pocas experiencias hay en la escuela primaria, pero sé de algunas. Consultaré con el Alcalde porque a veces son los vecinos, a través de los Ayuntamientos, lo que se niegan a la escuela mixta. Don Germán estuvo de acuerdo. No obstante, un día nos llamó a su casa. Se dirigió a un armario y extrajo un archivador con recortes de prensa ordenados por años. Nos mostró uno. Era la Carta Encíclica Divini Illius Magistri de Pío XI. En uno de los fragmentos se leía:

<<No hay en la naturaleza misma que los hace diversos en el organismo, en las inclinaciones y en las aptitudes, ningún motivo para que pueda o deba haber promiscuidad y mucho menos igualdad en la formación para ambos sexos>>.

- Con esto hay que contar -nos dijo- pero, por mí, adelante". 

Josefina R. Aldecoa, Historia de una maestra, Barcelona, Anagrama, 1990.  

https://youtube.com/watch?v=z8NtdS98IRI&si=EnSIkaIECMiOmarE    Ella Fitzgerald: Let's do it


 

 

Comentarios

  1. Al fin y al cabo, el Santo Padre, no hacía sino procurar la customitzación de las doctrinas. Avanzado. Ahora, desde los 16, el niño o niña podría cambiar de género y por ello de aula en busca de Pepita o de Luisito

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