Eduardo Mendicutti, Furias divinas
"Eso me lo enseñaron mis padres, Marlon: la discreción es lo primero".
"Y no te hagas la pastorcita de Fátima que ya no tienes edad. María Sofía vuelve, Charete. Aunque sea a escondidas, pero vuelve. Qué más quisiera yo, a mis años, que mi Rafael volviera, aunque fuera entrando de noche por la ventana. La de veces que me acuerdo de él... El viento se lo llevó. Y después de él, nadie. Así que tú no te hagas la orgullosa estreñida, no te hagas la humillada y abandonada, no te hagas la novia plantada al pie del altar, que no se trata de eso, y hazte, si hace falta, la Juana la Loca y vete a por María Sofía sin echar cuenta de nada ni de nadie, antes de que la pobre se muera de desesperación, que si se muere no va a servirte de nada ir trastornadísima detrás de su ataúd, como Aurora Bautista en aquella película".
Eduardo Mendicutti, Furias divinas, Barcelona, Tusquets, 2016
La loca aventura de un grupo de transformistas. La jerga de los homosexuales, en la que está escrito todo el libro, es divertida, pero a veces cansa.
La cita es de la página 151.
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