Andrea Camilleri, El precio del honor

   "Y los hechos, para detenerse en los más evidentes, se agrupaban en licitaciones trucadas sin restricciones; en funcionarios estatales trasladados del norte al sur por sospechosa (o clara) corrupción y que en la isla habían literalmente encontrado la meca; en administradores de una justicia ejercida, según los casos, por instinto, según soplaba el viento, al tuntún, a la sanfasón y nunca con el Código Civil o Penal en la mano; en obras públicas que el día mismo de su inauguración oficial resultaban hechas con requesón y míseramente se desplomaban delante de alcaldes cómplices con mucha faja tricolor y de bandas municipales como mínimo perplejas; en escuelas sin alumnos porque desde tiempo inmemorial no tenían techo; en hospitales tan ausentes como programados; en vías férreas cuidadosamente estudiadas, severamente proyectadas, puntualmente pagadas y nunca puestas en funcionamiento; en puentes fugitivos de la realidad mientras que, en cambio, eran con toda evidencia localizables en el mapa [...] 

    Esos hechos sobre los que tanto habían contado no significaban, en realidad, absolutamente nada desligados como estaban el uno del otro. Sin duda, por su sola existencia, por su sola producción, un tejido conectivo debía de haber habido, un armazón. Pero a los ojos de los comisarios había permanecido invisible".  

Andrea Camilleri, El precio del honor, Destino (Planeta), 2023. 

La bolla di componenda, Palermo, Sellerio, 1993

El tema central de este libro es una investigación parlamentaria, de 1875, sobre la corrupción y la mafia en Sicilia. Dedica especial atención a la bula de componenda, que da título al libro en italiano. Me parece que el título en español no es adecuado; quizá supuso la editorial que los posibles lectores españoles ignoran lo que es una bula  y que, hablando de Sicilia, al introducir la palabra "honor" en el título resultaría más atractivo. Es posible que los lectores, aunque de Camilleri lo que conocen son las novelas de Salvo Montalbano, no sean tan lerdos como parece creer el editor.