Gustavo Martín Garzo, La carta cerrada

"¿No es el mundo un corral? -decía muy despacio-. Pues eso somos para Dios: como pollos, gallinas y conejos son para nosotros". 

"Pues eso era estar muerto, no tener adónde ir, que no pudieras hablar con nadie, vagar por el mundo como si nunca hubieras existido".

"Y por encima de tapias y tejados se veía la torre de Santa María, con su eterno nido de cigüeñas. Al atardecer, oías el crotorar de los cigoñinos, que sonaba como si chocaran dos tablas". 

"Las madres son arcas cerradas".

"Fue Pirandello quien nos aconsejó mirar al mundo a través de los ojos de los muertos que amamos. Marcel Cohen comparó los libros con los juguetes que damos a los niños y Chesterton nos dijo que son estos los que ofrecen a esa mansión tantas veces tenebrosa que es el mundo la inocencia y el olvido que la vida necesita para continuar. La frase <<qué pena las personas>>, tan amada por Bergman, pertenece a la obra El sueño, de August Strindberg". 

 

Gustavo Martín Garzo, La carta cerrada, Barcelona, Lumen (Random), 2009, 269 p. 

Las citas, de las páginas 180, 186, 217, 228 y 269 (la última es la nota que cierra la novela). 

https://www.youtube.com/watch?v=P5EJz0IiPxY   Marisol: Tu nombre me sabe a yerba 




 





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