Michela Murgia, Instrucciones para convertirse en fascista

 "A estas alturas se podría pensar que es objetivo del fascismo comunicar mensajes sencillos a través de las redes sociales, pero sería un gran error; por otra parte, uno de los preferidos de los demócratas. No hay que simplificar la complejidad, sino banalizarla. Simplificar, además de ser complicadísimo, significa quitar lo superfluo y quedarse con lo esencial, pero lo superfluo es precisamente lo que genera el rumor de fondo tan útil para convertir en iguales todas las voces y neutralizar la maldita discrepancia". 

Michela Murgia, Instrucciones para convertirse en fascista, Barcelona, Seix Barral (Planeta), 2019.

Hay algún párrafo interesante, pero el conjunto de este librito da la sensación de que habla de otro mundo. Al final hay dos páginas bajo el título "Para evitar malentendidos" donde la autora explica quiénes son los fascistas en la actualidad: "es evidente quienes son. Quien levanta muros, quien limita la solidaridad a los suyos, quien azuza a los unos contra los otros para controlarlos a ambos, quien restringe las libertades civiles, quien niega el derecho a la migración con el arma de la ley y el pretexto de la responsabilidad, ellos son los fascistas de hoy en día".  Concepto tan amplio e impreciso podría significar que es fascista, para Michela Murgia, quien no comparta sus criterios u obsesiones.