Francisco Martínez Hoyos, Cristianismo e Islam

  "Las relaciones entre cristianismo e islam varían de estado a estado. En Afganistán, la presencia militar extranjera ha suscitado una desconfianza adicional contra una religión que se entiende como ajena al país. La legislación establece que el presidente y el vicepresidente deben ser musulmanes. El creyente que se convierta del islam a otra religión comete un delito, por lo que puede ser encarcelado o incluso condenado a muerte. La pena capital también se contempla en Arabia Saudí para los <<apóstatas>>. En 2008, una joven que confesó su cambio de religión, en Internet, murió de una forma espantosa: su padre la hizo quemar viva. ¿Qué sucede, mientras tanto, con los que nacieron cristianos? A diferencia de lo que sucede en Afganistán, sí existe una limitación legal contra la expresión pública del cristianismo. En algunas naciones musulmanas se dan persecuciones violentas como en el norte de Nigeria; en 2010 una ola de atentados contra iglesias provocó 38 muertos y 74 heridos. A su vez, en las islas filipinas de Jolo y Mindanao, un grupo terrorista, Abou Sayyaf, se dedica a atentar contra cristianos y extranjeros en su afán de instaurar un estado islámico.

   Occidente, a su vez, está aún lejos de librarse de la islamofobia, una tendencia inquietante favorecida pro el auge de los partidos antiinmigración. [...] La insistencia en denunciar el supuesto carácter retrógrado del islam resulta en extremo contraproducente, porque el fundamentalismo islámico no ha de combatirse desde el fundamentalismo ilustrado del que piensa que la religión, por su propia naturaleza, implica un insulto a la inteligencia".

Francisco Martínez Hoyos, Cristianismo e Islam. De Mahoma al siglo XXI, Madrid, Cátedra (Anaya), 2020. 

Cita de las pp. 211-212.  Toca muchas cuestiones, superficialmente.