Karl von Clausewitz, De la guerra

"Muchas almas filantrópicas imaginan que existe una manera artística de desarmar o derrotar al adversario sin excesivo derramamiento de sangre, y esto es lo que se propondría lograr el arte de la guerra. Ésta es una concepción falsa que debe ser rechazada, pese a todo lo agradable que pueda parecer. En asunto tan peligrosos como la guerra, las ideas falsas inspiradas en el sentimentalismo son precisamente las peores. Como el uso máximo de la fuerza física no excluye en modo alguno la cooperación de la inteligencia, el que usa esta fuerza con crueldad, sin retroceder ante el derramamiento de sangre por grande que sea, obtiene una ventaja sobre el adversario, siempre que éste no haga lo mismo. De este modo, uno fuerza la mano del adversario y cada cual empuja al otro a la adopción de medidas extremas cuyo límite es el de la fuerza de resistencia que le oponga el contrario".

"El desarme del enemigo es el propósito de la acción militar. [...] Para que nuestro oponente se someta a muestra voluntad debemos colocarlo en una posición más desventajosa que la que implica el sacrificio que le exigimos. Las desventajas de tal posición no habrán de ser naturalmente transitorias, o al menos no habrán de parecerlo, ya que de lo contrario nuestro oponente habría de esperar un momento más favorable y se negaría a rendirse. Como resultado de la continuación de la acción militar, todo cambio en su posición debe conducirlo, por lo menos teóricamente, a posiciones aún menos ventajosas. [...] Pero la guerra no es la acción de una fuerza viva sobre una masa inerte, sino que es siempre el choque entre sí de dos fuerzas vivas [...] Tenemos aquí, nuevamente, una acción recíproca. Mientras no haya derrotado a mi adversario debo temer que él pueda derrotarme. Yo no soy, pues, dueño de mí mismo, sino que él fuerza mi mano como yo fuerzo la suya". 

"Si queremos derrotar a nuestro adversario debemos regular nuestro esfuerzo de acuerdo con su poder de resistencia. Este poder se manifiesta como producto de dos factores inseparables: la magnitud de los medios a su disposición y la fuerza de su voluntad. Es posible calcular la magnitud de los medios de que dispone ya que ésta se basa en números (aunque no del todo), pero la fuerza de la voluntad sólo puede ser medida, en forma aproximada y en menor escala, por la fuerza del motivo que la impulsa".


Karl von Clausewitz, De la guerra, Barcelona, Labor, 1992.

Citas de las páginas 32, 34 y 35.




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