Italo Calvino, El castillo de los destinos cruzados

 "Pero no sólo el león: otros animales visitan la soledad del estudioso, discretos mensajeros del exterior: un pavo real (en Antonello de Messina, en Londres), un lobezno (en otro grabado de Durero), un perrito maltés (en Carpaccio, en Venecia).  En estos interiores lo que cuenta es cómo cierta cantidad de objetos bien distintos se disponen en un determinado espacio y cómo dejan correr la luz y el tiempo por sus superficies: volúmenes encuadernados, rollos de pergamino, relojes de arena, astrolabios, caracolas, la esfera colgada del cielo raso que muestra cómo giran los cielos". 

Italo Calvino, El castillo de los destinos cruzados, Madrid, Siruela, 1989, 129 p.

Cita de la p. 112.

Alcatraz La Orquesta:  Se va el caimán  https://www.youtube.com/watch?v=e_Q4mhWPdSY







Comentarios

  1. ¿Son o serán los animales el recordatorio al humano estudioso de la futilidad del estudio durante años? Estudia, estudia, pero recuerda que la irracionalidad sigue ahí, cerca, muy cerca de tus libros. A la virgen, en su retrete, le visita un arcángel y le recuerda la divinidad. ¿Y si ponemos un mineral acompañando al intelectual?

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    1. Si ese mineral es el oro bien podría significar el intelectual al servicio del poder.

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