Bernhard Schlink, El lector
"No es cierto que ante el pasado tengamos que limitarnos a observar, sin participar, como hacemos en el presente. Ser historiador significa tender puentes entre el pasado y el presente, observar ambas orillas y tomar parte activa en ambas. Una de mis áreas de investigación era el Derecho del Tercer Reich, y ahí se aprecia con especial claridad cómo el pasado y el presente se funden en una sola realidad vital. Ahí, la manera de huir no consiste en buscarle las vueltas al pasado, sino justamente en concentrarse sólo en un presente y en un futuro ciegos a la herencia del pasado, de la que estamos empapados y con la que tenemos que vivir.
Pero no ocultaré que disfruto sumergiéndome en otras épocas no tan importantes para entender el presente. La primera vez que disfruté de veras fue cuando empecé a estudiar legislaciones y proyectos de ley de la época de la Ilustración. Eran textos animados por la fe en la bondad innata del mundo, y por lo tanto en la posibilidad de regular formalmente esa bondad. Me llenaba de gozo ver cómo de esa fe surgían postulados del buen ordenamiento social, que después se reunían en leyes que tienen belleza, una belleza que es la única prueba de su verdad. Durante mucho tiempo creí que existía el progreso en la historia del Derecho, y que a pesar de los terribles encontronazos y retrocesos, podía apreciarse un avance hacia una mayor belleza y verdad, racionalidad y humanidad. Desde que sé que esa creencia era quimérica, manejo otro concepto de la andadura de la historia del Derecho. La veo encarada hacia un objetivo, pero ese objetivo, al que llega por un camino sembrado de obstáculos, malentendidos y deslumbramientos, es el mismo principio del que ha partido y del que, apenas ha llegado, debe volver a partir.
Por entonces releí la Odisea. [...] La Odisea es la historia de un movimiento, con objetivo y sin él al mismo tiempo, provechoso e inútil. ¿Y qué otra cosa se puede decir de la historia del Derecho?".
Bernhard Schlink, El lector, Barcelona, Anagrama, 1997.
Der Vorleser, Zurich, Diogenes Verlag, 1995
El fragmento transcrito está en las páginas 170 y 171.
Bernhard Schlink (1944, Alemania) es un escritor y jurista alemán. Ha sido profesor universitario en materias como Filosofía del Derecho o Derecho Constitucional. También ha sido juez. En esta novela, que tuvo éxito, aborda la revisión del terrible pasado nazi de Alemania por la generación posterior a la II Guerra Mundial. También se hizo una película.
Interesante la evolución desde el optimismo del derecho en el XVIII hasta la realidad del derecho en países taurinos de la Europa actual. Desilusión. Siglos de avance para caer en dictardocillos que todo lo ven al alcance de sus sucias urpas. Países en los que igual que se despeñaba una cabra o se arrancaba el cuello a un pato o una pata, se arranca el cuello a las Leyes gracias a los RD y las RD.
ResponderEliminarMierda sobre mierda.
Veré la película. Pero antes me alcoholizaré para soportarla, me temo.
ResponderEliminarNo está mal el libro y tampoco la película. El final no me convence.
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