Mario Vargas Llosa, La llamada de la tribu
"El liberalismo no es dogmático, sabe que la realidad es compleja y que a menudo las ideas y los programas políticos deben adaptarse a ella si quieren tener éxito, en vez de intentar sujetarla dentro de esquemas rígidos, lo que suele hacerlos fracasar y desencadena la violencia política. [...] La tolerancia que mostraba Adam Smith para el adversario es quizás el más admirable de los rasgos de la doctrina liberal: aceptar que ella podría estr en el error y el adversario tener razón. Un Gobierno liberal debe enfrentar a la realidad social e histórica de manera flexible, sin creer que se puede encasillar a todas las sociedades en un solo esquema teórico, actitud contraproducente que provoca fracasos y frustraciones.
Los liberales no somos anarquistas y no queremos suprimir el Estado. Por el contrario, queremos un Estado fuerte y eficaz, lo que no significa un Estado grande, empeñado en hacer cosas que la sociedad civil puede hacer mejor que él en un régimen de libre competencia. El Estado debe asegurar la libertad, el orden público, el respeto a la ley, la igualdad de oportunidades".
Mario Vargas Llosa, La llamada de la tribu, Alfaguara (Penguin), 2018.
Cita de las páginas 25 y 26. Estupendo libro donde tras una introducción muy interesante, dedica capítulos a Adam Smith, Ortega y Gasset, Hayek, Popper, Raymond Aron, Isaiah Berlin y Jean-François Revel. Explicaciones claras que ofrecen una perspectiva bastante amplia sobre el liberalismo.
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