C. G. Jung, R. Wilhelm: El secreto de la flor de oro
"En el momento del nacimiento, el espíritu consciente inspira la fuerza del aire, y así se torna habitación del nacido. Mora en el corazón. Desde ahí en adelante es señor del corazón y el espíritu primordial pierde su lugar, mientras que el espíritu consciente detenta el poder.
El espíritu primordial ama el reposo, el espíritu consciente ama el movimiento. En sus movimientos queda ligado a los sentimientos y deseos. Día y noche consume así la simiente primordial, hasta que ha agotado totalmente la fuerza del espíritu primordial. Entonces el espíritu primordial abandona la cáscara y se va.
La fuerza del espíritu de quien en general ha hecho lo bueno es pura y clara cuando llega la muerte. Sale por las aberturas superiores, boca y nariz, la pura y ligera fuerza del aire sube y flota hacia el Cielo, y se convierte en el quíntuple genio-sombra presente, o espíritu-sombra.
Pero cuando el espíritu primordial fue utilizado por el espíritu consciente durante la vida para la codicia, locura, deseo y placer, y ha hecho todos los pecados posibles, la fuerza del espíritu está entonces, en el instante de la muerte, turbia y confusa, y el espíritu consciente sale, junto con el aire, por la puerta del vientre a través de las aberturas inferiores. Pues si la fuerza del espíritu está turbia e impura cristaliza hacia abajo, se sume en el infierno y se torna demonio".
C. G. Jung y R. Wilhelm, El secreto de la flor de oro, Barcelona, Paidós, 1990.
El texto transcrito procede de la página 102, de la parte redactada por Richard Wilhelm y concretamente de la traducción de El secreto de la flor de oro.
Comentarios
Publicar un comentario