Caquot, La religión de Israel desde los orígenes hasta la cautividad de Babilonia / Winehouse: Back to black
<<La omnipotencia de YHWH, en que las fuentes de que disponemos, casi todas de carácter normativo, ponen tanto énfasis, jamás debió abolir, por ejemplo, la creencia en los demonios y los encantamientos. El Código de la Alianza enuncia un principio de utilidad pública cuando declara "no dejarás con vida a la hechicera" (Éxodo, 22, 17). Igualmente muchos pasajes de los Salmos pueden interpretarse como referencias a los peligros mágicos que acechan al individuo. Por lo demás, se buscaba a veces comunicar con lo desconocido por otros medios que no eran los oficialmente sancionados del profeta y el sacerdote. Por un lado, mediante los sueños, cuyo valor de presagio ha sido constantemente reconocido, desde el elohista, que los describe como instrumentos de revelación, hasta el Talmud; por otro, recurriendo a prácticas adivinatorias mucho más peligrosas. I Samuel, 28, relata, por ejemplo, cómo Saúl, no habiendo llegado a conocer por los medios regulares de los urim-tummim sacerdotales la suerte que YHWH le reserva, hace convocar a la pitonisa de Endor el espíritu de Samuel, revelándole éste efectivamente el porvenir. La necromancia estaba explícitamente prohibida en Israel, pero el episodio de la pitonisa de Endor nos permite medir la distancia entre el hecho y el derecho>>.
André Caquot, “La religión de Israel desde los orígenes hasta la cautividad de Babilonia”, en Historia de las Religiones. Las religiones antiguas II, Madrid-México, Siglo XXI, 1977 (pág. 141).
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