Robert Graves: sobre el genio, sobre el miedo

    "En su sentido original, el 'genio' era un misterio mucho más fácil de aceptar y utilizar que el misterio presente. La palabra 'genio' no es griega sino latina. Otras palabras latinas de la misma formación son 'progenitor', 'generar', 'engendrar' y 'genitales'. Pero 'genio' tiene un sentido más espiritual que físico y denotaba el poder primitivo de la creatividad con el cual nace el hombre y que le acompaña durante toda su vida como su ser espiritual más alto, su protector, su oráculo. De un romano que obraba mal o tontamente se decía que había "defraudado a su genio". El genio era su primitiva dignidad viril, su sentido del amor y su poder de pensamiento instintivo, cuya preservación era su constante obligación. Al ser considerado el genio como algo noble e inspirador, se derivó de esta palabra el adjetivo 'generoso', que en latín sugería una tradición familiar de honorable proceder. Una formación similar fue 'genial', que denotaba las incesantes y confortadoras radiaciones del genio del hombre sobre sus iguales y subordinados. Y otra formación fue 'genuino', que quería decir la autenticidad de este poder. Sin embargo, los griegos rechazaron este concepto al contraponer filosóficamente el genio bueno al genio malo, y fue esta noción griega importada, de demonios opuestos en la lucha por la posesión del alma humana, que debilitó la sencilla confianza de los romanos en aquel poder místico que se adueñaba de ellos en momentos de crisis". 

Robert Graves, "El genio", en Los dos nacimientos de Dionisio, Barcelona, Seix Barral, 1980.

***

   "Los romanos fueron precisos en sus palabras para el miedo. Metus era la palabra simple y común. Formido significaba la cobardía innata. Terror era un golpe repentino que había dispersarse a las multitudes en huidas desordenadas. Horror era el miedo histérico de lo desconocido que hacía erizarse el pelo. Pavor era la cobardía que incapacitaba el juicio. Reverentia (de vereor, 'tengo miedo') era la reverencia debida a los dioses o a los héroes venerables: la única clase de miedo que les era permitida a los jóvenes. Los romanos nunca usaron la palabra panic, que se originó en Grecia, en donde cualquier terror repentino e inexplicable fue en un tiempo atribuido a Pan, el rústico dios cabra. Los romanos identificaban su propio Faunus rústico con Pan, pero no admitían los miedos faunescos correspondientes".

Robert Graves, "La valentía en el combate", en Los dos nacimientos de Dionisio, Barcelona, Seix Barral, 1980.

 https://youtu.be/7wRHBLwpASw   ZZ Top: Sharp Dressed Man 






Comentarios

  1. Impresionante la sutileza latina en el tema del miedo y sus variantes. Sí todo el libro va de eso merecerá la pena.

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    1. El libro reúne una colección de ensayos sobre temas variados.

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