Jorge Fernández Díaz, Cada día tiene su afán

    "Aznar tenía una sana ambición para España, y vio una extraordinaria ventana de oportunidad para ponerla en marcha tras aquel atentado [los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos]. No olvidemos que para entonces nosotros llevábamos padeciendo el terrorismo desde hacía casi cuarenta años. [...] El 11S afectó, como es obvio, a Estados Unidos, pero, por derivación, también a todo el mundo y, cómo no, a un país como España que formaba parte de la Alianza Atlántica y de la Unión Europea, con importantes lazos en materia de seguridad y defensa con Estados Unidos, y con una vocación geopolítica claramente occidental y una situación geoestratégica muy determinante. Aquel trágico atentado impulsó a Aznar, en un ámbito tan sensible como la política exterior de seguridad y defensa, sin consenso con la oposición, a pactar con el presidente estadounidense [...] Aznar consideró que era el momento idóneo para usar esta ventana de oportunidad y, como diría más tarde en varias ocasiones, colocar a España en la primera división de la historia. [...] Y a España, como diría años después el propio Aznar en una conferencia en la Universidad de Georgetown, en Washington D.C., le daría obviamente la posibilidad, por primera vez en los últimos doscientos años, desde la Revolución francesa, de tener una política exterior propia no sometida a Francia. Aznar cambió el eje estratégico de la política exterior española de Europa al Atlántico justo cuando el presidente Bush declaró su cruzada contra el terrorismo yihadista de Al Qaeda. 

     Las cosas políticas, como todas, no son blancas o negras, sino que tienen muchos matices. En el relato de Aznar hay sin duda elementos ciertos y asumibles de forma muy clara, pero quizás hubo un exceso de confianza y de falta de valoración de lo que significaba aquel vínculo transatlántico [...] emergía ahora la nueva Europa, construida sobre el eje transatlántico, en el que lógicamente la vanguardia la tenía el primo hermano de Estados Unidos que siempre ha sido, es y será el Reino Unido, y luego España, y a cuyo diseño se irían incorporando Italia, Portugal, Irlanda y los países del antiguo telón de acero (Polonia, Chequia, Eslovaquia, Eslovenia, Croacia, Bulgaria...) a los que no gustaba mucho el eje Berlín-París. Aquello significaba colocar a España en un lugar de privilegio.

     Sin embargo, a partir de ahí, lo que debía ser una legislatura que siguiera en la senda del crecimiento económico, la creación de empleo y la estabilidad parlamentaria garantizada por la mayoría parlamentaria, a final, como veremos, acabó siendo una de las más crispadas que se han vivido desde la Transición. Pensar que Francia y Alemania iban a dejar <<aparcar>> la vieja Europa en beneficio de la nueva me parece que quizás fue un excesivo voluntarismo

    [...] se iría diseñando paralelamente la nueva política exterior de España, que esta vez pivotaría sobre el vínculo transatlántico con un pacto más intenso con Estados Unidos. Aquel era un cambio absoluto. Toda política exterior de seguridad y defensa admite algunos grados de variación pero, por definición, no giros copernicanos. Muchos menos cuando la nueva política exterior, como fue el caso de la española, se hace sin consenso interior.

     [...] Nunca sabremos con certeza la real conexión de aquellos movimientos geopolíticos con la sucesión de hitos negativos que fueron minando y marcando el progresivo enconamiento de la crispación, pero me es muy difícil pensar que no tuvieron relación alguna.

    [A continuación se explica la crisis con Marruecos por el islote de Perejil, en julio de 2002].

    ¿En qué medida se puede relacionar esto con el nuevo vínculo transatlántico y el intento de Estados Unidos de dar por fenecida la vieja Europa, construida sobre el eje París-Berlín, teniendo en cuenta la fuerte vinculación histórica y política de Marruecos y Francia? [...]

     El siguiente mojón en el deterioro del Gobierno fue el incidente del Prestige, iniciado el 13 de noviembre de 2002 [...]

    El siguiente hito, ya en 2003, sería la guerra de Irak, precedida de la llamada <<foto de las Azores>>, que pretendía colocar a España nada más y nada menos que en el epicentro de la política internacional. [...]  De la misma manera que pasó con el Prestige, aun siendo España víctima y no responsable, el resultado fue que se erosionó gravemente la credibilidad del Gobierno [...] La idea que quedó grabada en el imaginario colectivo fue que el Gobierno del PP había metido a España, contra la opinión abrumadora de la sociedad, en la guerra de Irak [...] 

    Las elecciones municipales del 25 de mayo de 2003 fueron el principal barómetro real de la situación. Los datos otorgaron la victoria al PSOE en voto popular por un estrecho margen [...] Las elecciones autonómicas verificaron que el margen entre los dos partidos se iba estrechando a medida que se acercaban las elecciones generales de 2004.  [...]

    Todavía hubo otro suceso que vino a enturbiar aún más el ambiente [...] la tragedia del Yak-42 [...] vino a acentuar más, si cabía, la idea de que aquel era un Gobierno que no dialogaba con nadie y que estaba ensoberbecido.

    Me detengo especialmente en esto porque cuando, al año siguiente, se produjera tres días antes de las elecciones el atentado terrorista del 11M, no se entendería la reacción causada sin analizar la crispación, el enfrentamiento, la división y la polarización surgidos con ocasión de la guerra de Irak en el seno de la sociedad española y, muy especialmente, entre la juventud.[...] El PP y el Gobierno del pacto transatlántico naufragaron.

       [...] Hechos casuales, sí, pero para quien crea en las casualidades, que yo, no."


Jorge Fernández Díaz, Cada día tiene su afán, Barcelona, Ediciones Península (Edicions 62), 2019.  

Las citas proceden de los capítulos "El 11S lo cambió todo" (p. 180 ss.), "La crispación se instala en España" (p. 188 ss.), "La foto de las Azores" (p. 192 ss.), "La sucesión de Aznar" (p. 159 ss.) y "El vuelco electoral del 11M" (p. 200 ss.)



Comentarios

  1. Bien explicado. España contra Europa. Gustavo Bueno. Francia siempre a la contra nuestra y ahora que Marruecos se rearma ...¿qué tal una pinza franco marroquí?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tendré que leer el libro de Gustavo Bueno, España frente a Europa.
      https://fgbueno.es/gbm/gb1999es.htm

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares