Amin Maalouf, El naufragio de las civilizaciones

    "Llevo siempre conmigo, escritas en una cartulina doblada, estas palabras de un poeta árabe poco conocido, Abu l-Salt ibn Umayya, nacido en España, en Denia, en el siglo XI:

     Si es mi origen el polvo, cada país 

     es el mío, y los mundos, mis parientes.

     No es por lo demás necesario remontarse tan atrás en el pasado para entrever un rostro muy otro de la civilización de mis padres. La abominación que prolifera ahora ante nosotros es más reciente de lo que parece. Yo mismo he conocido una realidad muy diferente. Pero cuando se me ocurre mencionarlo en la actualidad, noto que a mi alrededor surgen la irritación, la impaciencia y la incredulidad.

     Y no puedo decir que me sorprenda. Cuando una calamidad ha ocurrido ya, nunca se puede demostrar que era evitable. Incluso aunque uno esté convencido de ello. Y yo lo estoy [...] me refiero a la transformación de un amplio conjunto de pueblos, que no se apartaban mucho de las normas de su época y compartían todos sus sueños, todas las ambiciones y todas las ilusiones de sus contemporáneos, en muchedumbres ariscas, rabiosas, amenazadoras, desesperadas.

     Esa <<normalidad>> está hoy día olvidada. A muchas personas les cuesta trabajo incluso creer que haya existido en realidad, de tanto como se han acostumbrado a considerar todo cuanto tenga que ver con los árabes como procedente de otra galaxia". 


     "Me he dado cuenta con claridad al revisar la actualidad de ayer, lo que sucedió alrededor del año 1979, acontecimientos determinantes cuya importancia no comprendí en el momento. Causaron en el mundo entero algo así como un 'vuelco' duradero de las ideas y de las posturas. Su proximidad no era seguramente el resultado de una actuación deliberada; pero tampoco era fruto del azar. Fue como si hubiese madurado una nueva estación y sus flores se abrieran en mil sitios a la vez. O como si el espíritu de la época nos estuviese comunicando el final de un ciclo y el comienzo de otro.

      Esa noción, que la filosofía alemana forjó con el nombre de Zeitgeist, es menos fantástica de lo que aparenta; es incluso capital para entender el avance de la Historia. Todos cuantos viven en la misma época se influyen mutuamente de diferentes formas y habitualmente no son conscientes de ello. No copiamos, nos imitamos, nos remedamos incluso, nos atenemos a los comportamientos más arraigados, a veces en forma de rechazo. Y en todos los ámbitos: en pintura, en literatura, en filosofía, en política, en medicina de la misma forma que en la ropa, el aspecto o el peinado.  [...]

      En adelante, iba a ser el conservadurismo el que se proclamara revolucionario, mientras que los seguidores del progresismo y de la izquierda no iban a tener ya más objetivo que la conservación de lo conseguido". 

     [A continuación el autor se refiere a la revolución islámica de Irán implantada en febrero de 1979, a la revolución conservadora de Margaret Thatcher en el Reino Unido, en mayo de 1979, y de Ronald Reagan en Estados Unidos en noviembre de 1980, a la toma del poder por Deng Xiaoping en China en diciembre de 1978 y a la elección de Carol Wojtyla como Papa Juan Pablo II  en octubre de 1978]. 

     "La afirmación identitaria fuerte, y también agresiva con frecuencia, lleva siendo desde siempre un elemento esencial de la expresión y del concepto del mundo de esas fuerzas que navegan hoy viento en popa, las de las revoluciones conservadoras. [...] La conducta de algunas fuerzas tradicionalmente situadas a la izquierda no es menos preocupante; tiempo atrás enarbolaban la bandera del humanismo y del universalismo, pero en la actualidad prefieren preconizar luchas de cariz identitario, convirtiéndose en portavoces de diversas minorías étnicas, de comunidades o de categorías; como si al renunciar a construir un proyecto para la sociedad entera albergasen la esperanza de volver a ser mayoritarias al coaligar los resentimientos. [...] Al basar una estrategia en brechas así, se contribuye inevitablemente a la fragmentación y la desintegración".

Amin Maalouf, El naufragio de las civilizaciones, Madrid, Alianza Editorial, 2019.

Le naufrage des civilisations, 2019. 


https://youtu.be/oShkpoQXJjw   Rocío de Frutos y otros: ¿De dónde venís amores?

La memoria y la experiencia del autor como escritor y periodista abre camino a una exposición y reflexión sobre la Historia de nuestra época y el carácter no necesario, sino evitable, del funesto devenir histórico del Levante desde mediados del siglo XX. Se refiere al concepto clásico de Levante, al Oriente Cercano.  A partir de ese centro de interés, Maalouf habla de la Humanidad. Me parece una obra de gran interés y su escritura es clara y grata.  



El libro es muy bueno y hubiera merecido una buena cubierta. Alianza Editorial no ha estado acertada en el diseño esta vez. 

https://archive.org/details/rectificaciondel00umaiuoft/page/n5/mode/2up  Un libro de Abu Salt de Denia

Comentarios

  1. El Zeitgeist, o espíritu del tiempo, es una paparruchada germana que no deviene mejor o más verdad por el hecho de haber sido pronunciada en ese idioma. Pensar que solo se puede pensar en alemán es una necedad....alemana. Dicho esto la historia carece de espíritu alguno, pero sí que está preñada de múltiples intereses humanos y humanas, errores y aciertos, contingencias...y así hasta hoy. El texto de este árabe (que no está loco) destila una moriña (seguro que hay un término en árabe para ello) de una pasada edad dorada que ya estaba en Grecia. Nunca existió. También se explaya en este concepto el loco, esta vez sí, Don Quijote de la Mancha.
    Sí que me gusta la frase una sociedad creada a base de "coaligar resentimientos"... No parece a priori una buena idea unitiva. En todo caso la historia de las civilizaciones lo dirá.... en unos 100 años. Permaneceremos atentos a las noticias.
    Saludos

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    1. En de cien años, todos calvos (mondos, incluso).

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