L. Abad Casal: la cultura ibérica y Alicante

    "El proceso de iberización es bastante poco conocido en general, aunque está perfectamente claro que se trata de un fenómeno de aculturación en el que las poblaciones indígenas alcanzan un elevado nivel de desarrollo. Es difícil precisar de dónde vienen los fermentos de este proceso, pero a la luz de las recientes excavaciones que se están llevando a cabo en la provincia de Alicante (Los Saladares de Torrevieja y sobre todo Peña Negra, en Crevillente) y en otros lugares, parece que se debió en buena media a la influencia de los pueblos colonizadores -principalmente semitas en eta primera época-, no sobre las poblaciones indígenas características del Bronce Valenciano, que o habían desaparecido o se encontraban en franca recesión, sino sobre aquellas otras que mostraba ya una evolucionada cultura del Bronce Final de tipo meridional. Este fenómenos de aculturación parece común, con las naturales diferencias en cuanto a sustrato y a influencias, a todo el litoral mediterráneo y a buena parte de la Andalucía atlántica, que con el paso de los años verán desarrollarse una cultura con muchos rasgos comunes -la ibérica- aunque también, como es lógico, con las naturales diferencias. 

   [...] Alicante se incluye en la antigua Contestania, nombre de una región que mencionan las fuentes romanas y que, por no corresponder a una división territorial de este origen, es lícito suponer se remonte al mundo indígena. 

   La cultura ibérica alcanzó un elevado desarrollo en muchos aspectos; en lo material, conoció el uso del torno y la metalurgia del hierro y dispuso de herramientas agrícolas y de armamento avanzado; en la esfera religiosa, construyó templos y creó o adoptó un mundo fantástico de animales monstruosos que debían ser la plasmación gráfica de sus ideas mitológicas sobre el mundo y el hombre; en lo artístico, fabricó esculturas y cerámicas de extraordinaria calidad. En el aspecto del urbanismo, desarrolló poblados amplios y bien situados, protegidos por murallas y con una estructura urbana de calles y plazas que en muchos casos preludia lo que será el urbanismo romano. A todo ello hay que añadir la gran cantidad de productos importados que testimonian un intenso comercio con el resto del Mediterráneo y con los pueblos del interior.

   Es esta la época en que aparecen la moneda y la escritura como elementos ya asimilados por los indígenas. [,,,] Pero desgraciadamente, la escritura ibérica aún no se ha podido descifrar.

    La provincia de Alicante posee asimismo una extraordinaria riqueza arqueológica en lo que se refiere al mundo ibérico: El Molar, El Oral, La Escuera, San Antón, Cabezo Lucero, El Tossal, La Albufereta, La Isleta de Campello, El Tossal de la Cala, Calpe, Altea, Alcoy, etc., no son sino una muestra de lo que decimos. y buena parte de esta riqueza se encuentra en las proximidades de la ciudad de Alicante. 

   Aquí se tiene noticia de algunos yacimientos poco conocidos por estar ya destruidos o por encontrarse en zona de huerta y ser de difícil acceso. Tal es el caso del Benacantil, donde a las cerámicas ibéricas que aparecen por las laderas hay que añadir los resultados de una excavación llevada a cabo por J. Senent en 1928 en la que aparecieron materiales ibéricos, y de otra posterior realizada por el P Belda [...] se obtuvo la identificación de una secuencia estratigráfica compuesta or un nivel prehistórico inferior (del Bronce Argárico, según dirá en otra ocasión), otro protohistórico ibero-cartaginés, un tercero romano, que parecía más bien un vertedero, y un cuarto ya moderno.

   Otro caso es el del yacimiento ibérico existente en el denominado Cerro de las Balsas, en la Albufereta, al otro lado del Tossal de Manises [...] En el interior de Alicante se habla también de la aparición de cerámica en los desmontes de San Blas y en el llamado Fondo de Roenas, en la zona del Pla de Bon Repós y Garbinet [...] También hay noticias de la aparición de cerámicas ibéricas en el Cabo de las Huertas y en la serranía de la Font Calent, donde existe un yacimiento destruido por construcciones posteriores. 

   En las proximidades de Alicante se conocen los yacimientos del conjunto de Agost, varios en la zona de Busot y Aguas de Busot, y el de la Isleta de Campello, donde excavaciones antiguas llevadas a cabo por Figueras Pacheco descubrieron tres poblados superpuestos correspondientes a la Edad del Bronce, época ibérica y romana. [...] Quedan por añadir los restos de algunas construcciones que S. Nordström vio en la Sierra de San Julián [...]

   Pero el conjunto más importante es, sin lugar a dudas, el de la Albufereta de Alicante, donde encontramos un poblado ibérico y una de sus necrópolis. Tanto uno como otra se comenzaron a excavar hace muchos años, pero la suerte que han corrido ha sido diferente: el poblado del Tossal se salvó de la destrucción gracias a una intensa campaña de concienciación ciudadana, cuando ya estaba a punto de sucumbir ante las máquinas; no en vano era la altura dominante de una zona de amplio desarrollo turístico. Ante las máquinas y la especulación sucumbió en cambio su necrópolis, conocida como <de la Albufereta>, tras haber sido parcialmente excavada. [...] 

   La necrópolis de la Albufereta, el yacimiento más genuinamente ibérico de todos, se descubrió con motivo de la construcción de la carretera de Alicante a la playa de San Juan y fue excavada en sucesivas campañas entre los años 1931 y 1936. [...] En conjunto, la necrópolis ocupa una extensión relativamente amplia, al oeste del Tossal, en terreno llano y muy próximo al entrante del antiguo puerto de la Albufereta, a uno y otro lado de la carretera actual. [...] El material aparecido en las tumbas, muy abundante y de gran interés, constituye hoy, sin duda, el conjunto más importante de los que se exponen en el Museo Arqueológico Provincial de Alicante: cerámicas ibéricas y de importación de diversas clases, armas, elementos de indumentaria y tocador, pebeteros, etc. [...] Entre los materiales no cerámicos dignos de mención figuran, aparte de los clásicos objetos metálicos, varios fragmentos de esculturas ibéricas: un torso humano vestido con túnica plisada y cinturón, un fragmento de cuadrúpedo echado con collar y, sobre todo, una pequeña placa de piedra con dos figuras: una femenina, vestida con túnica y manto que le cubre la cabeza, y adornada con diadema, que sostiene en su mano izquierda un huso con su madeja y pesita o fusayola, y una masculina que viste túnica corta y capa y se apoya en un largo bastón; sus vestidos están sujetos con sendas fíbulas o imperdibles y ambos constituyen la única representación iconográfica de cómo eran físicamente, y de cómo vestían y se adornaban, los hombres y mujeres allí enterrados. Conservaba aún su policromía, que permitía destacar y realzar las diferentes partes del cuerpo y de los vestidos. [...] constituye un ejemplar único en el conjunto de la escultura ibérica; o mejor dicho, constituía, pues hace años fue robada de la vitrina donde se encontraba expuesta. Su fecha se ha atribuido al siglo IV a. de C., en relación con el gran auge que la escultura ibérica experimenta en sus primeros decenios, aunque no falta quien la incluye, como pieza excepcional, en el siglo siguiente". 

ABAD CASAL, Lorenzo, Los orígenes de la ciudad de Alicante, Instituto Juan Gil-Albert - Diputación Provincial de Alicante, 1984, pp. 31-51. 





https://www.cervantesvirtual.com/portales/antigua_historia_y_arqueologia/imagenes_de_lucentum/

Sobre la romanización y Alicante, citas del mismo libro en:

https://historiadelderecho2021.blogspot.com/2022/03/l-abad-casal-la-romanizacion-y-alicante.html

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